Hoy en día estamos inmersos en un bombardeo constante por parte de diferentes medios publicitarios, redes sociales, propuestas mercadológicas, anuncios, etc. Por lo que tienes tan solo unos cuantos segundos para captar la atención de tu posible cliente. Esto se vuelve un gran reto para los vendedores, sobre todo cuando están de cara al cliente.
El cerebro viejo o reptiliano es instintivo, busca la supervivencia, huye del dolor y su función es la de actuar más que pensar y sentir. Por lo tanto ¿cómo podemos venderle al cerebro viejo y lograr que tome la decisión de compra en pro de nuestro producto o servicio?
Cuando decides construir una marca con sentido debes tener muy claro ¿qué te diferencia de los demás? ¿Qué tiene tu marca que no tiene nadie más? ¿Porqué deberían de seguirte y verte como un ejemplo, un referente o un modelo a seguir?
De acuerdo a Simon Sinek, recibir emails, mensajes o llamadas genera dopamina (conocida como el neurotransmisor de las adicciones), y por ende las redes sociales en el teléfono pueden convertirse en algo sumamente adictivo, al mismo nivel que la adicción por el alcohol, las drogas, el tabaco y las apuestas.
Estamos en la era del consumo excesivo, compramos y gastamos sin parar y sin medida. Es por ello que forzosamente tendríamos que ser mucho más conscientes e inteligentes al tomar nuestras decisiones de compra.
Es común en el ramo del marketing, el diseño y la publicidad (como en muchas otras disciplinas) encontrarnos con personas que sufren el síndrome del “gurú”.
Leer es una gran fuente de inspiración, creatividad, conocimiento y aprendizaje. Nada mejor que poder, hoy en día, contar con un sin fin de recursos para afianzar nuestra experiencia y dar paso seguro cuando de poner un negocio se trata.
Hoy en día generar contenido de valor para tu marca es fundamental. Gracias a todas las herramientas que existen en el mercado esto es posible sin tener que invertir grandes cantidades de presupuesto.
Gastamos, compramos y acumulamos sin parar; desde coches, casas, ropa, zapatos, accesorios, juguetes y un sin fin de cosas más. Tristemente el uso que le damos a muchas de estas cosas es mínimo y no equivale al precio que hemos pagado por tenerlas.
Hemos dejado de darle importancia al tiempo y la calidad de la comida que consumimos durante nuestra jornada laboral. Hacemos reportes, atendemos llamadas, contestamos algunos correos mientras aprovechamos para comer, así mismo elegimos cualquier tipo de alimento sin importar el efecto y las consecuencias.
You don't have credit card details available. You will be redirected to update payment method page. Click OK to continue.