• La campaña de Binge, Inactivewear, fue creada con la ayuda de la plataforma ecommerce The Iconic para Australia

• Se estima que, en este país, el consumo de streaming se ha disparado en un 20 por ciento por la cuarentena

• Asimismo, la empresa aseguró que la mayor parte de sus usuarios prefieren ver series y películas usando ropa cómoda

La guerra entre plataformas de streaming se ha tornado en una de las más difíciles de ganar en los últimos años. Hay varios factores que contribuyen al fenómeno, en especial el hecho que la industria está bastante saturada de competidores. Así que los rivales en guerra están en busca de una solución útil que les permita destacar sobre los rivales. Mientras que algunos apuestan por mejores contenidos o experiencia de usuario, esta campaña tiene una propuesta inusual.

Se trata de la nueva iniciativa de Binge, un servicio de streaming para el público de Australia. Como bien lo refleja su nombre, uno de los principales objetivos de esta compañía es dar a los usuarios todas las herramientas necesarias para que pasen horas consumiendo TV y películas. Para eso, reconoce que una parte muy importante es tener una ropa cómoda para estar todo el día acostado o sentado. Así que su nueva campaña se encarga directamente de este reto.

Binge presentó una línea de ropa unisex cuyo objetivo explícito es permitir que la gente esté lo más cómoda posible aplastada en su sillón o su cama mientras consume su streaming. Para esta campaña, la compañía de streaming presentó una colección de 19 prendas individuales, desde jumpers y chamarras con capucha hasta pants, shorts y calcetines. La idea es también aprovechar que las personas están encerradas en casa por la cuarentena de la COVID-19.

Nuevas formas de diversificarse para una campaña

Cabe destacar que Binge no es la única empresa que decidió lanzar su propia línea de ropa, aún cuando su negocio principal no tiene nada que ver con moda. El ejemplo más claro es la campaña Schnuggs de McDonald’s, que creó una colección para promocionar sus nuggets. En 2016 también Pizza Hut presentó algunas prendas inspiradas en su negocio de pizzas. Y en 2014, Pepsi presentó The Art of Football para capitalizar con el Mundial de Brasil de ese año.

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La idea de lanzar una línea de ropa como parte de un servicio de streaming es una idea genial. Y es que la idea de casi cualquier campaña publicitaria debería ser permitirle a las personas crear un sentido de identidad a partir de la compañía en cuestión. En este sentido, hay pocas formas tan efectivas de ser parte del día a día de los individuos que mediante su indumentaria. A eso se le debe sumar la evidente ventaja de poder crear ingresos adicionales para la marca.

En términos generales, más compañías deberían tratar de sumarse a la fiebre de las líneas de ropa edición especial, aún si su negocio no está directamente relacionado con el sector moda. Se trata de un tipo de campaña que tiene mucha relación con el merchandising. Pero la gran diferencia es que las prendas tienen un uso real diario, algo que aumenta las posibilidades de lograr una venta. Así pues, se convierten en una buena opción para hacer crecer el negocio.

Factores a considerar para lanzar una línea de ropa

Aunque esta campaña tiene una buena idea de donde partir, es crucial recordar que no es sencillo lanzar una línea de ropa. Incluso grandes agentes como Nike han cometido errores cruciales en la fabricación de las prendas que pueden costarle millones a las marcas. A eso se debe sumar que muchas empresas sin relación a la industria, como Tesla, han lanzado algunos artículos. Y, en términos generales, no es un momento perfecto para la moda por la pandemia.

En este sentido, ¿qué necesita una campaña o empresa para lanzar su propia línea de ropa? Según Shopify, es importante contar con las habilidades y conocimientos necesarios sobre el mundo de la moda para crear prendas atractivas (o tener aliados con este background). Según Sewport, aún si no es una unidad “principal”, se debe tener un modelo de negocio sólido. Y en datos de Crowdspring, también hay que tener en cuentas posibles retos en la manufactura.