• La Apple Card es el proyecto financiero que el equipo de Tim Cook lanzó de la mano con Goldman Sachs

• Esta iniciativa pretende traer las ventajas de los sistemas tecnológicos al pago de productos y solicitud de créditos

• Previo a la crisis por la COVID-19, la plataforma fue criticada por su presunta discriminación de género

Es difícil imaginar la verdadera magnitud de la crisis de la COVID-19. No solo los servicios de salud podrían verse abrumados por el número de enfermos. Tampoco es únicamente que la gente no esté en las calles, algunos sin consumir y muchos otros más sin producir. Lo más grave es, mientras otros sectores de la economía deben parar, otros pueden seguir adelante. Incluyendo al sector de finanzas y sus servicios de préstamos, tanto al otorgar como al cobrar.

Sin embargo, muchas compañías de esta industria han decidido que también detendrán sus operaciones para beneficiar a sus clientes. Entre ellas se cuenta la compañía de Tim Cook y su proyecto financiero, la Apple Card. De acuerdo con Bloomberg, hace unas horas que el equipo de la manzana anunció cambios en sus cobros para abril a raíz de la crisis de COVID-19. En concreto, permitirán a la gente congelar algunos de sus adeudos para los próximos 30 días.

Dicha iniciativa de hecho es una extensión de un programa que se empezó a ofrecer desde el pasado mes de marzo, también a raíz de la COVID-19. Hay algunas restricciones para poder ser beneficiario de este programa, sin embargo. Apple informó a sus clientes que el público debe de solicitar activamente este beneficio, con un mensaje o llamada a un ejecutivo de este sitio. Quienes solicitaron la ayuda para el periodo previo, también deberán volver a aplicar.

Importancia del apoyo económico durante la COVID-19

Como ya se dijo, varias empresas se han dedicado a lanzar programas de apoyo a los clientes para facilitar el pago de préstamos y créditos. Sin embargo, no todos han sido bien recibidos. Por ejemplo, Liverpool también anunció que congelaría pagos por la COVID-19, pero señaló que los intereses seguirían corriendo con normalidad. BBVA y Banorte también postergaron un par de adeudos. Por su lado, Banco Azteca en cambio pidió a su público pagar por anticipado.

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La crisis financiera que se espera por la COVID-19 es mucho más grave que la que se vive en términos de salud. Por eso es tan importante que las compañías financieras presten al público estas facilidades. Con la paralización de actividades, mucha gente ha perdido su empleado, ha tenido que aceptar una reducción de su salario, o recibe menores (o nulos) ingresos que antes. Si a eso se suman los adeudos con instituciones financieras, resulta en un escenario precario.

Por supuesto, o anterior es básicamente solicitar a las instituciones bancarias que, con sus propios recursos, financien la paralización de la economía que causó la COVID-19. En el corto plazo, podría parecer una decisión de negocio no muy prudente. Sin embargo, en el mediano y largo plazo, cobrar adeudos y créditos podría implicar la ruina financiera de mucha gente. Y, por consiguiente, la pérdida de miles, millones de clientes esenciales para la recuperación.

Otros retos económicos de la pandemia

Hay que reconocer que la COVID-19 agarró a casi todos los agentes por sorpresa, y nadie ha logrado encontrar una solución satisfactoria a la próxima crisis financiera. Agustín Carstens, el actual líder del Banco de Pagos Internacionales, cree que es responsabilidad de los gobiernos asumir este alto costo. Empresas como Uber también han recurrido a financiar temporalmente a algunos aliados y socios. Otros agentes, como Soundcloud y Twitch, se enfocan al individuo.

También hay varios agentes externos que están tratando de hallar una solución satisfactoria a la crisis económica inminente por la COVID-19. El Harvard Business Review señala que la respuesta está en establecer medidas innovadoras de recuperación, basándose en los datos de previas catástrofes financieras. De acuerdo con el NYTimes, la recuperación depende que la enfermedad se controle rápidamente. Y Foreign Affairs cree crucial proteger a los mercados.