
El mundo vive atrapado en una multi-crisis provocada por los cambios econĂłmicos dictados desde Washington que obliga a paĂses y compañĂas a replantearse el uso del work-life-balance.
En lugar de tanques o tratados, China responde con un arma igualmente poderosa en el siglo XXI: el consumidor.
La empatĂa humaniza a la organizaciĂłn y muestra que hay personas detrás de la marca, no solo intereses
corporativos.
Hace unos dĂas vi a Luis R. Conriquez bajarse del escenario entre gritos, botellas y sillas volando.
“La perfecciĂłn es muy difĂcil de conseguir y la perfecciĂłn era lo que querĂa en McDonald’s. Todo lo demás era secundario para mĂ.” Ray Kroc. Empresario estadounidense que transformĂł McDonald’s en la cadena de comida rápida más grande del mundo.
La cancelación de la licitación de medicamentos para 2025 no es un episodio aislado, sino la evidencia reiterada de un sistema que no escucha, no planea y no aprende. La industria farmacéutica está dispuesta a colaborar, pero no puede hacerlo sola ni entre ruinas.
La advertencia de Shakespeare contra el populismo y la ceguera democrática.
En el mundo del marketing, donde la competencia es feroz y la atenciĂłn del consumidor es un bien escaso, las marcas necesitan generar experiencias memorables.
En un mercado saturado de productos, donde cada categorĂa está llena de opciones similares, el branding ya no se trata solo de una marca aislada destacándose en un lineal.
La empatĂa es la habilidad que nos permite conectar con los demás y reconocerles como personas tan interesantes, tan necesarias e importantes como nosotros mismos
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