• El uso de videojuegos entre los profesionales de la salud tiende a mejorar en 64 por ciento los resultados de sus intervenciones con los pacientes

• Asimismo, parece mejorar el 59 por ciento de los resultados en terapias físicas y en un 46 por ciento los tratamientos clínicos

• Más del 60 por ciento de los pacientes más jóvenes utilizan plataformas digitales para cuidar de su bienestar físico y mental

Poco a poco los videojuegos se han convertido en una de esas industrias en las que todos quieren apostar. Además de los agentes “clásicos”, como Xbox, también se han ido sumando marcas como Amazon a la carrera con nuevas plataformas de entretenimiento. Incluso se ha usado estos títulos en marketing. Pero su verdadero potencial podría estar en el sector salud.

Se trata de una posición extraña, en especial por la proposición de ciertos agentes (como PeerTechz) que este tipo de entretenimiento de hecho es nocivo para la salud. Pero el hecho es que, con un uso creativo de sus características y tecnologías, pueden ser una fuerza de cambio en la industria. Y The Medical Futurist lo ejemplifica a lo largo de cuatro casos clave:

Se puede gamificar la experiencia de la salud

No es ninguna sorpresa que los videojuegos generan una notable tasa de interacción con los consumidores. De hecho, por esta razón varias empresas han decidido tomar ciertos factores característicos de estos títulos para mejorar cómo se comunican con la audiencia. Este mismo principio se puede aplicar en el sector salud para lograr que los pacientes mejores prácticas.

Por ejemplo, se podría usar el concepto de gamificación para recompensar a la gente por seguir ciertas prácticas saludables, como comer mejor o ir al médico de forma regular. O, así como lo demostró el Consejo de la Comunicación hace poco, educar a la gente sobre mejores prácticas para el bienestar físico. Las opciones, con algo de ingenio y creatividad, son infinitas.

Encontrar nuevos tratamientos mediante videojuegos

Hay una plataforma fuera de lo común llamada Foldit. Básicamente es un juego en la categoría de rompecabezas, donde la gente debe de crear estructuras tridimensionales con algunas de las estructuras que se proporcionan. Si bien parece un reto bastante común, en realidad puede ayudar al sector salud a encontrar tratamientos y fármacos precisos para varias enfermedades.

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Virus y bacterias frecuentemente tienen receptores con formas concretas. Y la mejor forma de administrar fármacos para acabar con estos microorganismos, es que tengan “ganchos” con una figura similar. Indirectamente, los gamers están ayudando a crear medicinas que puedan salvar vidas en el futuro. E incluso, podrían encontrar una forma de detener la COVID-19.

Videojuegos como herramientas de prescripción para la salud

Curiosamente, el gaming puede servir como un tratamiento para ciertas enfermedades. Desde hace un tiempo que las autoridades aprobaron un videojuego como un recurso de salud para niños con hiperactividad y déficit de atención. Si bien se trata todavía de un elemento fuera de los común, abre una puerta interesante para el uso de las plataformas en problemas mentales.

No solo eso, sino que también se está analizando la capacidad de ciertos videojuegos para mejorar la salud física. Algunos estudios han analizado el efecto positivo que pueden tener títulos como Wii Fit en pacientes que están recibiendo terapias de recuperación de movilidad. En especial, cuando es bastante difícil que acudan regularmente a centros de salud formales.

Mejorar el rendimiento de los profesionales médicos

Una importante característica de los videojuegos, que podría parecer sorprendente pero que en realidad tiene sentido, es que pueden ayudar a los doctores a hacer mejor su trabajo. Hay varios títulos que mejoran habilidades clave como la comunicación y el trabajo en equipo. Lo anterior es fundamental para proporcionar la mejor atención de la salud a toda la población.

También hay una importante oportunidad en el tema de entrenamiento. Los médicos aún en formación pasan mucho tiempo practicando en animales o cadáveres para exponer lo menos posible a los pacientes cuando aún no tienen experiencia real. Pero con los videojuegos, se pueden simular mucho mejor situaciones verdaderas en favor de los profesionales de la salud.