
Esta activación también demostró algo interesante: el nuevo medio masivo de comunicación ya no es la TV, sino Internet.
No siempre la libertad de expresiĂłn garantiza que lo que se comunica es lo correcto, sobre todo cuando representamos a una marca o a una empresa. Cuando somos la cara de una marca, debemos ser el reflejo de los valores de la misma.
Entre toda esta lucha de gigantes del entretenimiento, hay una serie que ha acaparado miradas, reflectores y, aĂşn más importante, la conversaciĂłn de los usuarios: ‘House of the Dragon’.
La falta de claridad de nuestro negocio nos lleva frecuentemente a suponer informaciĂłn que es crucial y a dudar de nuestras acciones, por lo que no recibimos los beneficios que nuestra marca deberĂa darnos.
Nuevas redes llegarán y conquistarán, como el caso de BeReal que ya se asoma al horizonte como la nueva reina en el mundo digital. Mientras tanto, los demás continuaremos utilizando Facebook para ver memes.
Es una creencia popular que la publicidad crea necesidades y obliga a que las personas compren o consuman cosas que no necesitan. ¿Es qué los publicistas nos dirigimos a grandes masas que actúan irracionalmente frente a nuestra comunicación y los podemos obligar a algo que no quieren en realidad? Nada de eso. Acudimos a la Razón y al Corazón de las personas con nuestros mensajes.
El mercado de la belleza es uno de los más complejos por lo fácil que puede ser hacer sentir a alguien mal o incĂłmoda(o), entre otros factores. Hoy es posible tener Ă©xito conociendo a tu cliente potencial y utilizando las palabras correctas.Â
Antes de Marcelo Ebrard, hubo otro caso similar en nuestro paĂs: El actual Gobernador de Nuevo LeĂłn, Samuel GarcĂa, quien aprovechĂł el uso y viralidad de las redes sociales para darse a conocer.
Parece que la frase más icónica dentro de las redes dentro de la última década puede traducirse como “copiar o morir”. Todas las redes sociales han copiado, por no llamarle plagio descarado.
La batalla del streaming por ganarse la preferencia de sus usuarios y aumentar el número de sus suscriptores en sus diferentes formatos, hace que las empresas involucradas busquen las mejores fórmulas para mostrarse a su público objetivo, que ya no solo busca qué ver, sino también qué escuchar.
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