Instagram fue una de las redes sociales más beneficiadas en cuanto a usuarios y marcas, ya que sus nuevas herramientas como filtros e historias atrajeron a millones de usuarios que eran fieles a Snapchat, aunado a que el escándalo publicitario de Youtube exilió a los anunciantes hacia la red social de fotografías.
Recientemente, el Wall Street Journal destacó que el 80 por ciento de los suscriptores de Amazon Prime compran productos en la plataforma una vez al mes, aunado a que la compañía acaparará el 50 por ciento del comercio electrónico en Estados Unidos en 2021.
La marca propiedad de Mars, Snickers, está concentrando su marketing en la comunidad LGBT por primera ocasión, utilizando un publicidad en línea para decirles a los consumidores que deberían “ser quienes son”.
Cifras de Ernest & Young destacan que los millennials son el segmento laboral más grande, aunque el 90 por ciento de ellos considera que merece trabajar en lo que “ellos quieran”, es decir, auto emplearse, emprender y montar una compañía.
En tiempos donde extensiones de navegadores bloquean anuncios, el marketing influencer se ha convertido en una gran alternativa, ya que el 92 por ciento de los cibernautas muestran “mayor confianza” ante contenidos generados por “personas influyentes”, según un análisis de IAB Spain.
Cifras de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) a 2016 destaca que los países que registran más patentes es Suiza, Suecia, Reino Unido, Estados Unidos, Finlandia y Singapur, es decir, Estados Unidos, China y Japón concentran el 60 por ciento de la patentes en el mundo.
La velocidad con la que ha evolucionado el big data provocó que las marcas y mercadólogos se adentraran rápidamente en el universo de los datos. Desde entonces, la experiencia digital obligó a los marketeros a mejorar su trabajo, a partir del alcance de los datos.
Cifras de Bao & Partners revelan que los directivos de las agencias de marketing solo en Estados Unidos reciben en promedio 1.5 millones de dólares anuales, lo que los convierte en “los mejor pagados”.
Después de que trascendiera que Atlanta ofrecía incentivos fiscales y que por eso la industria cinematográfica prefería mantenerse ahí que en California, finalmente AT&T señaló que movería todo su grupo de entretenimiento a Los Ángeles.
Si bien China es conocido por ser el país con “más censura en el mundo”, debido a que no existen las redes sociales ahí y muchas plataformas tecnológicas optaron por no entrar, Netflix logró vender las barreras regulatorias y entrar al país asiático, asociándose con una compañía china.
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