• Ya desde hace meses que se prohibe a los usuarios del metro de Nueva York subir a los carros sin cubrebocas

• Sin embargo, la nueva regla hará que no seguir estas indicaciones sea una pena que conlleve una penalización financiera

• A pesar de esta medida, el gobernador de la ciudad dice que el 90 por ciento de los pasajeros ya acatan estas reglas

Una de las medidas más importantes para prevenir la expansión de la COVID-19, en todo el mundo, ha sido el uso de cubrebocas. Por una razón u otra, no muchos consumidores de hecho siguen esta recomendación correctamente. Mientras algunos se niegan rotundamente a taparse boca y nariz, otros hacen un mal uso de este accesorio. Algunas autoridades ya están cansadas de este fenómeno y empezarán a tomar medidas más severas, como en Nueva York.

De acuerdo con Bloomberg, desde ayer que se anunció que el metro de la ciudad empezará a hacer un requisito el uso de cubrebocas dentro de sus instalaciones. La gente que no tenga bien puesto este accesorio en este transporte, será acreedor a una multa de 50 dólares. Esta cifra equivale a aproximadamente mil 50 pesos mexicanos. De acuerdo con el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, se empezará a aplicar la nueva medida a partir del próximo lunes.

Junto con las multas, el gobernador de la ciudad dijo que también se piensan incrementar las medidas de seguridad del metro de Nueva York. Esto incluirá no solo un superior despliegue de elementos de policía para ayudar a aplicar estas reglas. También se reforzarán protocolos de desinfección para los carros. En el caso que los usuarios no tengan un cubrebocas, se les proporcionará uno en el lugar. Si se rehúsan a portarlo, no se les dejará abordar a los trenes.

¿La regla de Nueva York podría funcionar en CDMX?

El tema de los cubrebocas ha generado mucha discusión prácticamente desde el comienzo de la pandemia. Como en Nueva York, algunos locales en México también están negando entrada a las instalaciones sin el uso de este accesorio. Estrellas como Lady Gaga han aprovechado su popularidad para tratar de promocionar el uso de estos accesorios. Algunas marcas incluso han visto una oportunidad única de merchandising para producir sus propias protecciones.

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Hay que reconocer que la regla de Nueva York es interesante y podría pensarse en aplicar en México, específicamente en la capital (CDMX). Así como la metrópoli estadounidense, en los últimos meses la Ciudad se ha convertido en un peligroso epicentro de enfermedad. Si bien el uso del subterráneo se desplomó tras la cuarentena, lentamente se ha restaurado su nivel de funcionamiento con las medidas de nueva normalidad. Así pues, ¿será prudente multar gente?

Si bien el metro de la CDMX y el de Nueva York trasladan cifras similares de gente a lo largo del día, hay que recordar que el gobernador Cuomo prometió un despliegue de seguridad. Si en la capital de México se quisiera imitar un sistema de multas similar, tendrían que tomarse un enfoque parecido. Algo que requeriría una inversión que el Gobierno austero tal vez no querría implementar. Eso sin contar, por supuesto, que la política ha sido de confianza a la población.

Obligar o convencer, ¿cuál es la mejor estrategia?

Así como en Nueva York, algunos países han tomado medidas radicales para limitar cómo se expande la COVID-19 en sus fronteras. China, por ejemplo, cerró todo Pekín en cuanto se tuvo la sospecha de un posible rebrote. Marcas como Walmart se han visto obligadas a destruir su inventario para evitar infecciones por las acciones irresponsables de algunos clientes. Algunas industrias están llevando a cabo ambiciosos planes de desinfección de todos los espacios.

Pero específicamente sobre la multa del metro de Nueva York, ¿realmente es mejor penalizar a los usuarios en lugar de solo confiar en ellos? De hecho, la gran mayoría de los expertos creen que es mejor la segunda alternativa. El NYTimes cree que ninguna ley resolverá la crisis. TIME, por su lado, rechazan que la policía esté a cargo de ejecutar las acciones de responsabilidad sanitaria. Y The Conversation señala que el factor más importante es la comunicación clara.