• Según AppKnox, se crean cerca de 230 mil software maliciosos cada día

• En 2019, se estima que el mercado de la ciberseguridad global creció en un 8.7 por ciento anual

• Las compañías gastan, en promedio, alrededor de 2.4 millones de dólares para defenderse solo de los dos principales riesgos

De acuerdo con UpGuard, la ciberseguridad es elemental para las empresas porque ayuda a cuidar la información personal, de negocio y la propiedad intelectual de la marca y los clientes. Sin embargo, al menos en México, tan pocas organizaciones ponen atención a estos riesgo que el país es considerado uno de los más vulnerables a escala global. Durante 2020, en datos de Infosecurity, habrá siete tendencias que será indispensable conocer y seguir con cuidado:

Incrementará el riesgo de ciberseguridad del phishing

No todos los riesgos en el mundo del internet tienen que ver con sofisticados algoritmos. Uno de los retos más comunes de empresas e individuos es la obtención fraudulenta de datos al estilo de información crediticia. Esto se hace a través de estrategias de ingeniería social. Es decir, a partir del simple engaño y la manipulación. Como no hay software que pueda ayudar a a resolver estos desafíos, la única solución es la capacitación constante de los individuos.

Uso del cloud computing

Hay muchas ventajas de los sistemas en la nube. Principalmente, que las empresas no deben de invertir una cifra tan alta para poner en marcha su negocio. Sin embargo, esto no significa que las compañías ya no estén en riesgo si optan por este esquema. También estos modelos de trabajo tienen peligros de ciberseguridad que deben atenderse. Así que, así como hay que invertir en trasladar la operación fuera de la oficina, algo igual se debe hacer con la protección.

Ciberseguridad móvil

La tercer tendencia tiene que ver con la prevalencia de los dispositivos móviles. Ciertamente estos aparatos permiten a la gente trabajar desde cualquier lado. Pero también contribuyen a multiplicar la cantidad de canales de posibles vulnerabilidades y ataques. Marcas y el público en general debería estar consciente que sus teléfonos y tablets son una posible entrada para los agentes maliciosos. No solo las computadoras pueden infectarse de virus informáticos.

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Ransomware, recargado

Hace unos años que se volvió muy popular el uso de programas que “secuestraban” los datos de sistemas enteros para exigir un rescate. Este vector de ciberseguridad solo se ha vuelto más sofisticado con el paso de los años, por lo que las empresas deben tomar medidas para proteger su información. No solo a través de sistemas que detecten y detengan amenazas y riesgos. También a través del respaldo constante de los elementos de negocio más cruciales.

DDoS, una molestia de ciberseguridad

Este término se refiere a un ataque que es relativamente sencillo, pero puede ser devastador para las empresas. Básicamente, un agente malicioso satura a un servidor de solicitudes, simulando una gran cantidad de personas que entran simultáneamente a su plataforma. Lo anterior, con el objetivo de colapsar su servicio. Hay que tomar las medidas adecuadas para que la compañía no se caiga inesperadamente y se puedan rechazar estas acciones negativas.

IoT, un riesgo en crecimiento

Poco a poco se está consolidando un escenario donde varios dispositivos van a conectarse, a la vez, a la red. Este Internet de las Cosas (IoT) no es solo una oportunidad de oro para que las marcas puedan recopilar datos del mercado. Abre la puerta a temores de ciberseguridad que no se pueden ignorar. Las compañías deben asegurarse que todos los aparatos que están conectados a su red cuenten con las mismas protecciones y ninguno sea un eslabón débil.

Déficit de profesionales de ciberseguridad

Al final, está el eterno problema del mercado. No hay, ni habrá en el futuro cercano, suficientes individuos especializados en estas tareas. La protección contra el cibercrimen requiere de una serie de habilidades y conocimientos que no son fáciles de adquirir ni desarrollar. Así que el poco talento seguramente será ocupado por los agentes con mayor poder adquisitivo. Algo que va a dejar al resto de los negocios de la industria en una posición bastante desventajosa.