Por Guillermo Pérezbolde
@gpbolde

Twitter y Facebook no fueron las primeras redes sociales digitales que hubo, tampoco nacieron con millones de dólares de inversión inicial, ni estuvieron respaldadas en sus inicios por una empresa del Fortune 500, entonces ¿dónde está el secreto de su éxito?

La respuesta es simple, pero la ejecución es muy compleja, tanto así que otras redes incluida MySpace de la mano de Rupert Murdoch no han logrado reproducir este mismo éxito en sus propias plataformas.

El gran secreto de estas dos populares redes es el ecosistema que crearon en torno a sí mismas, en donde abrieron la puerta para que terceros desarrollaran aplicaciones que aprovechan los recursos internos de la plataforma y ofrecen funcionalidades adicionales a las que tiene cada una de estas redes.

Sería difícil o casi imposible que Twitter hubiera crecido en sólo tres años a los niveles que se encuentra actualmente con más de 120 millones de usuarios en el mundo y una valor de más de tres mil millones de dólares, si no contara con su propio ecosistema que permite que aplicaciones como Tweetdeck, ubertwitter, Hootsuite, Foursquare y más de 300 aplicaciones que realizan funciones tan diversas e interesantes que han convertido a esta plataforma de microblogging en la favorita de community managers.

Por su parte Facebook cuenta con una plataforma de desarrollo que ha logrado mediante cientos de aplicaciones, hacer casi adictivo el uso de esta red social. Existen un sin fin de estas aplicaciones, algunos de los más populares son Farmville y Mafia Wars creadas por la empresa Zynga que con 54 aplicaciones, más de 270 millones de usuarios mensualmente e ingresos multimillonarios, es el líder mundial en desarrollo de aplicaciones y juegos para plataformas sociales; es tan grande que su principal competidor apenas llega al 30 por ciento de los ingresos mensuales de ésta.

El crear un ecosistema no es cosa fácil y puede tomar años, de ahí que varias redes no hayan logrado posicionarse y competir contra estos dos gigantes de la era 2.0. Dos ejemplos de redes que han hecho el intento, cuentan con presupuesto, nacieron con el respaldo de gigantes de internet y que no han logrado siquiera preocupar a los grandes son Orkut y Meme, la primera creada por Google en 2004 y la segunda creada por Yahoo! en 2009. En el caso de Orkut a pesar de ser un desarrollo muy bien cuidado y planeado por Google, únicamente tuvo éxito en Brasil e India, al grado que el desarrollo y administración de esta red social se migró hace unos meses a Brasil, ya que en el resto de América no tuvo mayor impacto. Por su parte Meme de Yahoo!, parecía ser el verdadero rival para Twitter, ya que permitía en un mismo post colocar fotos, videos y algo que gustó mucho a los pocos usuarios que la utilizamos, el poder agregar formato al texto. Lamentablemente muy poca gente se intereso por este proyecto y actualmente se encuentra casi en el olvido, de no ser por Brasil que en ambos casos recibió con buenos ojos a estas redes.

En el caso de estas dos redes sociales, que por cierto siguen vigentes aunque sea en un par de países, al principio para poder llegar a ellas era únicamente por invitación y sólo algunos afortunados teníamos una cuenta en ellas y aunque en su momento hubo cierta euforia por tener una cuenta, al cabo de unos meses todo el furor pasó y en lo personal, me quedé con varias invitaciones sin enviar.

A nivel técnico la diferencia con Twitter y Facebook es que aunque cuentan con una plataforma para desarrollo y buscan generar un ecosistema, este resulta en ocasiones complejo y difícil de implementar de acuerdo a lo que varios desarrolladores comentan al tratar de utilizarlos.

Basado en esto, el éxito de ambos no está selo en ofrecer una red social popular, que cuente con las funciones que los usuarios demandan, sino que permita a los desarrolladores externos crear aplicaciones que puedan ser incorporadas de forma simple y efectiva, permitiendo explotar el poder viral con que cuentan estas redes, y ofreciendo la oportunidad de monetizar dicho desarrollo, de tal forma que el retorno de inversión pueda verse en el corto o mediano plazo.

Dentro del ecosistema de Twitter y Facebook, han surgido aplicaciones realmente interesantes como es el caso de Foursquare que permite mediante servicios de geolocalización mostrar la ubicación del usuario en estas redes y seguramente en los próximos meses veremos otras aplicaciones similares basadas en el ecosistema de estos dos gigantes.