Ser publicista es una tarea fascinante que exige cualidades asociadas a la creatividad y la innovación, pero al mismo tiempo las exigencias de la profesión también provocan que tenga que desarrollar otras cualidades. La industria de la publicidad y el marketing exigen tener un perfil que no solo se centre en el desarrollo de soluciones, sino también en la capacidad de anticiparse a ciertas acciones y necesidades del negocio. Entonces, ¿cómo tiene que ser el mejor publicista en este año, pero también viendo hacia el futuro? Intentos desarrollar un perfil de ello.

Un temperamento que se adapte a las circunstancias

La actividad de la publicidad es un ente que cambia a menudo, ya que surgen nuevos modelos de llevar a cabo los proyectos, así como nuevas tendencias en el mismo terreno de la publicidad. Además de ello, el publicista tiene que someterse a cambios de todo tipo: desde peticiones inusuales de los clientes, hasta cambios en la estructura del equipo y la agencia. Por ello es que saber trabajar bajo múltiples circunstancias es algo esencial para él.

Ser un experto en temas digitales

El publicista del 2020 (y los años venideros) debe ser consciente de que lo digital es el presente y el futuro de muchas industrias. Eso le debe llevar a ser habilidoso en temas relacionados al manejo de herramientas digitales, redes sociales, apps y programas de diseño. Debe ser curioso por naturaleza al momento de explorar nuevas tendencias que en pocos meses se pueden convertir en su nueva herramientas laboral.

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Habilidad para hacer networking dentro y fuera de su centro de trabajo

Se aprecia mucho que el publicista sepa relacionarse tanto en la agencia en la que trabaja como fuera de ella. Muchos podrán pensar qué ventajas tiene conocer a personas si la creatividad es casi una actividad solitaria. Nada más lejos de la realidad y sobre todo en los campos de la publicidad y el marketing. Las alianzas que se hagan pueden ayudar mucho a fortalecer la tarea de un buen publicista. Además, conocer la visión de terceros siempre proporciona buenas ideas y refresca la visión sobre una gran diversidad de temas.

Un carácter innovador y curioso

Desde que la publicidad es publicidad, la innovación forma parte de las personas vinculadas a esta industria. Sin ella prácticamente todo trabajo de creatividad sería imposible. Y eso lleva a que el publicista deba mantener una mente abierta a nuevos procesos que le hagan ser más curioso en la búsqueda de nuevas ideas. El creativo debe tener bien asentado que su obligación para hacer un trabajo sobresaliente radica en hacer las preguntas adecuadas, encontrar las soluciones más eficientes, así como buscar formas más inteligentes de llegar a esas soluciones. 

Buen manejo de emociones

Todo aquel que haya trabajado (o lo haga) en una agencia de publicidad sabe muy bien que se trata de un sitio fascinante pero a la vez estresante. El ritmo tan demandante que se lleva y las personalidades tan diversas que existen, hacen que el publicista tenga que manejar a la perfección todo tipo de emociones para rendir al máximo en lo que hace.