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Nissan es parte de una alianza con Renault desde hace 20 años.
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Al fusionarse FCA con Renault, los analistas estiman que la marca nipona no tendrá otra alternativa que hacer lo mismo.
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Nissan está en una posición de debilidad, en especial tras el escándalo con su expresidente, Carlos Ghosn.
Nissan Motor Co podría ser el gran perjudicado cuando se concrete la fusión que promete revolucionar la industria entre Renault y Fiat Chrysler Automobiles (FCA).
Los especialistas entienden que no tendrá más alternativa que aceptar las condiciones e ir hacia una unión con el nuevo gigante, en especial dada su posición de fragilidad luego del escándalo de su expresidente, Carlos Ghosn.
FCA anunció el lunes un plan de fusión con Renault, el socio de Nissan durante dos décadas. El acuerdo, podría crear al tercer fabricante de automóviles más grande del mundo.
Aunque la nueva dupla (falta sólo la confirmación oficial, pero ya es un hecho) no está buscando una fusión con Nissan, por ahora, la información dice que planean invitar a la marca nipona y a Mitsubishi Motors Corp, la “hermana menor” de la exitosa alianza global.
“Nissan no está involucrada en las conversaciones entre las compañías y no ve al acuerdo como algo positivo”, publicó Japan Times citando a fuentes con conocimiento del tema. “Nissan no está interesada en un escenario que lo único que tenga como objetivo sea vender más volumen”.
“Nissan no quiere fusionarse, pero se verá obligada a hacerlo”, dijo al mismo medio japonés Koji Endo, analista de SBI Securities en Tokio. “La pregunta es si forzarla realmente funcionará”, agregó.
Lo cierto es que Nissan perdió peso en la alianza tras el arresto en noviembre de Carlos Ghosn, el arquitecto y presidente de la exitosa unión que él mismo forjó. No es un tema menor: está acusado de delitos financieros durante sus años como líder del fabricante de automóviles japonés.
Si bien está entre las seis marcas más valoradas de la industria, por encima de Renault, Fiat y Chrysler, Nissan viene luchando para mantenerse en la pelea con sus rivales globales, en especial Toyota y Volkswagen.
A su vez, la caída de las ventas en los Estados Unidos de sus modelos más antiguos y demoras en los procesos de reconversión a nuevos combustibles, han hecho que las perspectivas de beneficios operativos se hayan reducido por primera vez en una década.
Una unión en riesgo
Renault posee una participación del 43 por ciento en Nissan y el fabricante de automóviles japonés tiene el 15 por ciento de la marca francesa, pero sin derecho a voto.
Según AutoNews, “si la fusión FCA-Renault es aprobada en las actuales condiciones, la nueva compañía continuaría siendo propietaria del 43 por ciento de las acciones y derechos de voto en Nissan, mientras que la participación del fabricante de automóviles japonés en la empresa fusionada se diluiría y quedaría sólo en el 7,5 por ciento”.
Nissan vendió 5,65 millones de autos el año pasado, más que los 3,88 millones de unidades de Renault, pero su rentabilidad está en declive. Las dos juntas, más el millón de Mitsubishi, ubicaron a la alianza por encima de Toyota y VW, las tres arriba de los 10 millones de vehículos livianos.
De acuerdo con lo que le dijo a Japan Times Arifumi Yoshida, analista de Citigroup Global Markets Japan, el escenario más probable será “una asociación flexible para que puedan competir a nivel mundial”.
