El presidente ejecutivo de Unilever, Paul Polman, renunciará luego de que la compañía se viera obligada a desechar su plan de trasladar la sede central de Londres a Rotterdam, en el marco del Brexit.
Una rebelión de los accionistas impidió la jugada y, desacreditado como estaba, no tuvo otra elección que dar un paso al costado.
Polman había propuesto simplificar la doble estructura angloholandesa de Unilever y trasladar todo a Holanda, abandonando, en un mismo movimiento, los trastornos que se supone tendrá el Brexit para las empresas con sede en el Reino Unido.
Polman es una figura líder en la industria y hace más de una década que está al frente de Unilever. Será sucedido el 1 de enero por Alan Jope, presidente de belleza y cuidado personal, la división más grande de Unilever.
As I prepare to step down as CEO, I reflect & am humbled by the incredible passion & dedication of our people, & their unwavering commitment to creating a thriving, purpose-driven business. Thank you to all for being such wonderful colleagues & friends https://t.co/t56TJ7N0tA pic.twitter.com/jaEUqJ59IC
— Paul Polman (@PaulPolman) 29 de noviembre de 2018
Ahora, la empresa debe encontrar un sucesor para Jope, ya que la división belleza y cuidado personal representa casi la mitad de sus ganancias operativas del grupo.
Para Neil Wilson, analista de mercado en Markets.com, “no es una sorpresa la salida Paul Polman”. Según el especialista, “el plan fallido para trasladar la sede a Rotterdam fue una forma lamentable de terminar una carrera excepcional en la empresa”. Habló de “administración gravemente herida” y de un “liderazgo dudoso” a partir de la rebelión de los accionistas a salir de Londres.
Unilever, propietaria de marcas emblemáticas a nivel mundial como Axe, Dove, Hellmann’s y Knorr, entre cientos de otras, había comunicado en marzo pasado su decisión de salir de Londres para trasladar su sede a Rotterdam.
“Si bien Graeme Pitkethly, el jefe financiero de Unilever, había dicho que ‘el Brexit no tiene nada que ver’, las difíciles negociaciones en torno al mismo han generado la decisión”, analizaba El País.
¿Por qué no se fue de Londres?
Pero aunque fue anunciado casi como un hecho, no fue así. ¿El problema? Unilever es la tercera mayor firma británica, con un valor de mercado de 132.000 millones de dólares. La decisión no fue una buena noticia para Theresa May, la primera ministra británica, ya que Londres comenzaría a perder fuerza como centro financiero mundial y si se iba Uniever, nadie podría prever quienes la seguirían.
La lista de marcas que conforman el ex gigante anglo-holandés son tan conocidas que forman parte de la vida diaria de millones de personas en cientos de países alrededor del mundo: Rexona, Mimosín, Timotei, Dove, Maizena, Marmite, Frigo, Flora, Knorr, Lipton, Ligeresa, Ben & Jerry´s.
Este era el comunicado completo de la salida de Londres.
Irse del Reino Unido habría llevado a los operadores del mercado de valores a designar a Unilever como una empresa holandesa, lo que resultaría en la eliminación de Unilever del índice FTSE 100 de Londres.
Esto generó problemas con los fondos que invierten en acciones que conforman el FTSE 100, ya que tendrían que deshacerse de sus tenencias de Unilever como resultado de la decisión de la compañía se no tener más una base en Londres.
Para llevar su sede sólo a Holanda, Unilever necesitaba el apoyo del 75 por ciento de los accionistas con derecho a voto en el Reino Unido. Justo antes de la votación, sabiendo que estaba perdida, la reunión se suspendió.
Premiado en Cannes Lions 2018
Los organizadores de Cannes Lions 2018 le entregaron a Polman el Cannes LionHeart. El galardón es un reconocimiento honorario que se da a individuos que han aprovechado la innovación y poder comercial de la marca para crear una diferencia significativa y un impacto social positivo para la gente o para el planeta.
Entre los proyectos de Polman estuvo la reducción de la huella ambiental de los productos de la compañía y la ejecución de un plan de vida sostenible.
