En la era digital en la que vivimos, la inteligencia artificial (I.A.) se ha convertido en una herramienta fundamental en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, desde aplicaciones móviles hasta sistemas de seguridad, por lo tanto, la I.A. está presente en muchas de las actividades humanas.
El desarrollo y la implementación de I.A. no solo están relacionados con la tecnología, sino también con las habilidades y conocimientos de las personas que la utilizan. Para manejar la I.A. de forma productiva, es fundamental contar, además de las competencias por parte de quienes la utilizan, con principios básicos de ética.
La inteligencia artificial (I.A.) está revolucionando nuestra forma de interactuar con la tecnología y ha comenzado a transformar diversos sectores de la sociedad. A medida que esta disciplina continúa evolucionando, surge la necesidad de contar con usuarios capacitados en el desarrollo y uso de la I.A. En esta colaboración, de manera muy breve, exploraremos las experiencias, conocimientos y competencias tanto duras como blandas que un desarrollador y usuario de I.A. debe poseer, cada uno a su nivel. Además, observaremos el tiempo requerido para adquirir habilidades en este campo, los recursos económicos y financieros necesarios para desarrollarse como un experto y/o usuario intensivo en inteligencia artificial.
Experiencia, conocimientos y competencias duras:
Una persona interesada en profundizar y dominar el uso de la inteligencia artificial debe contar con una sólida base de conocimientos en matemáticas y estadísticas para comprender los algoritmos y modelos utilizados en ella por lo que requiere un conocimiento profundo de estas disciplinas. Además, es fundamental tener experiencia en programación, especialmente en lenguajes como Python o R, que son ampliamente utilizados en el desarrollo de sistemas de I.A.
De esta manera, es esencial tener habilidades en ciencias de la computación, ya que la I.A. se basa en gran medida en el procesamiento y análisis de grandes cantidades de datos. La comprensión de conceptos como aprendizaje automático (“Machine Learning”), redes neuronales y algoritmos de clasificación es fundamental para poder utilizar eficientemente las herramientas de I.A.
Competencias blandas.
Éstas como la capacidad de resolución de problemas, pensamiento crítico y habilidades de comunicación efectiva, son igualmente importantes para un usuario de I.A. Estas competencias permiten abordar desafíos complejos, analizar resultados y comunicar de manera clara y concisa los hallazgos obtenidos.
Tiempo requerido para ser hábil en la I.A.
Adquirir habilidades en el uso de la inteligencia artificial requiere tiempo y dedicación. No existe una fórmula única para convertirse en un experto en I.A., ya que esto dependerá del nivel de conocimiento previo del usuario, su capacidad de aprendizaje y sin duda su necesidad o deseo de profundizar en esta materia. Sin embargo, se estima que en promedio se necesitan al menos de uno a dos años de estudio y práctica intensiva para adquirir las habilidades fundamentales en I.A.
Es importante destacar que el aprendizaje en I.A. es un proceso en constante evolución. Los usuarios deben estar dispuestos a mantenerse actualizados con los avances y nuevas técnicas en este campo en continuo crecimiento.
Recursos económicos y financieros necesarios:
La adquisición de las habilidades necesarias en I.A. puede implicar una inversión económica. Los recursos necesarios incluyen libros, cursos en línea, tutoriales y programas de capacitación especializados. Además, para practicar y aplicar los conocimientos adquiridos, es necesario contar con hardware y software adecuados, obviamente conexión a internet y las aplicaciones correspondientes, lo que requerirá una inversión adicional.
Los costos pueden variar dependiendo del nivel de profundidad y especialización que se desee alcanzar. Es recomendable investigar las diferentes opciones disponibles y establecer un presupuesto que cubra tanto la formación, como los recursos tecnológicos necesarios.
Nota: He aquí uno de los múltiples alcances y maravillas de la Inteligencia Artificial. Después de 12 años puede caminar. Fuente Foro Económico Mundial
En la I.A. la educación, la ética y los derechos humanos también suman.
Además de las competencias técnicas, es fundamental tener educación en la ética del uso de la I.A., ya que ésta puede tomar decisiones y acciones de manera autónoma, por lo que es importante asegurarse de que estas decisiones sean éticas y respeten los derechos y valores humanos. Es necesario establecer límites y regulaciones que garanticen un uso responsable de la I.A. evitando así posibles consecuencias negativas.
La educación desempeña un papel crucial en la enseñanza de la ética y los derechos humanos en el contexto de la I.A. La formación de ciudadanos que comprendan y respeten los principios éticos en este ámbito es esencial para garantizar un uso responsable y ético de la I.A. Es menester establecer estrategias educativas que incluyan cursos específicos, integración de la ética en todas las áreas del currículo y alianzas entre instituciones son fundamentales para lograr este objetivo. Solo a través de una educación sólida podremos aprovechar todo el potencial de la I.A. de manera responsable.
En referencia a este importante tema hace unos días se publicó en el diario del Grupo Reforma el siguiente artículo, el cual está alineado al tema de la educación y la ética: “Piden IA para educar, no satanizar. Contrario a la satanización de la Inteligencia Artificial (I.A.) en la educación, académicos piden instruir a niños y jóvenes sobre su uso y aprovechamiento. José Luis Arriaga Ornelas, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, sugiere enseñar, utilizar y reflexionar sobre sus implicaciones éticas. Sin una estrategia que permita usar la I.A. en las aulas, proseguirá la incorporación de esta tecnología sin las previsiones o articulaciones suficientes, advierte.
Conclusión:
A medida que la I.A. continúa transformando el mundo, la demanda de usuarios capacitados en esta disciplina crecerá exponencialmente. Si bien el tiempo y los recursos necesarios para adquirir habilidades en IA pueden ser significativos, la inversión vale la pena considerando el impacto y las oportunidades que ofrece esta tecnología. Estar preparado para el aprendizaje continuo y la adaptabilidad es esencial para aprovechar al máximo el potencial de la inteligencia artificial. Y puntualicemos en que la ética y los derechos humanos en la inteligencia artificial son fundamentales para garantizar que sus decisiones y acciones sean equilibradas, justas y benéficas en cualquiera de sus aplicaciones de uso, hacer lo indebido puede tener secuelas irreversibles en la vida de la especie humana, por lo que debemos utilizarla con mucha escrupulosidad.
