Con el conflicto que Putin iniciara con Ucrania de manera injusta y fuera de todo protocolo internacional, prácticamente colocó una gran línea divisoria que funciona como el otrora y mal recordado Muro de Berlín que pone en el script, una vez más, la vieja línea discursiva del *Este contra el Oeste*.
Se dice por ahí, que quien no conoce la historia está condenado a repetirla, más en el caso de Vladimir Putin no hay dudas, el vivió esa historia y quiso de nuevo volver a escribirla pero ahora bajo sus argumentos que cada día son más insostenibles que relevan su autoritarismo y afanes de gran conquistador.
Aquí lo relevante del análisis de este semana, al hablar de coaliciones, es que Vladimir acaba de integrarse al BRICHS, ( Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) constituyendo la alineación de países contrarios a occidente; esta nueva conformación, da fuerza a nuestro argumento de la re- edición de la lucha de tirios contra troyanos. Esta alianza es un movimiento al que habrá que darle seguimiento.
La anterior situación, ha hecho que los líderes de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, Emmanuel Macron y Giorgia Meloni, entre otros, en donde lamentablemente ya no está la inigualable Angela Merkel, revisen de nueva cuenta, la solicitud de los países que han levantado la mano para pertenecer a la Unión, como Ucrania y Moldavia (que no han podido ingresar por situaciones de coyuntura bélica) y que han demostrado su valentía al poner el pecho a las balas rusas defendiendo (sin contar con la la credencial de países miembros que les permita) de facto, los valores europeos occidentales aún a costa de la muerte.
El modelo de gobierno en coalición, sigue más vivo que nunca y los esfuerzos que ahora hace la Unión Europea del siglo XXI, son de aplauso, toda vez que desea reforzarse integrando a países con economías más vulnerables como lo fueron en su tiempo España ( adherido en 1985) y Grecia ( adherido en 1981).
La suma en el tablero de más países muestra más músculo geopolítico y Ucrania una vez que termine el conflicto con Rusia, sin duda será aceptada.
Tal vez la llegada de gobiernos nacionalistas y populistas y un lado más desgastado de la globalización, le restaron a los puristas de la UE, el ánimo pro-integración, más los hechos en el frente ruso han revivido el sentimiento por una Europa más robusta y no dispuesta a ser agredida por gobiernos totalitarios.
En nuestro país, asoma la figura de un gobierno en coalición al crearse el Frente Amplio por México que une a tres diferentes instituciones partidistas que piensan gobernar, de ser favorecidos por el voto mexicano, bajo este esquema destacando lo que les une y no lo que les divida.
Lo importante es llegar a los consensos y evitar las regresiones que solo impactan de manera negativa a los ciudadanos.
Política es tiempo y creemos que este modelo en coalición está listo para operar con altura de miras aquí y en el mundo. España ya lo hace con algunos problemas, pero avanza.
Nos encontraremos más adelante.
Federico Torres López.