A dos meses de que se llevé a cabo, el día de ayer se dieron a conocer los detalles sobre la edición 2020 del Buen Fin y todo apunta a que la estrategia podría ser un rotundo fracaso.

A diferencia de las ediciones pasadas, la temporada promocional de este año se llevará a cabo en medio de la llamada “nueva normalidad” lo que ha obligado a los organizadores del Buen Fin a cambiar las reglas del juego.

La importancia del Buen Fin

Si bien en un principio se hablaba de una posible cancelación de este evento, la realidad es que no sólo el mercado, sino la economía mexicana en general no puede darse ese lujo.

El consumo interno necesita reactivarse y el Buen Fin ha demostrado ser un buen motor que, aunque momentáneo, logra mover de manera interesante las cajas registradoras de miles de negocios que ahora mismo lo necesitan con creces.

Las últimas cifras entregadas por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) indican que las ventas de tiendas iguales en departamentales cayó -72.7 por ciento en abril; en mayo repitió la tendencia a la baja con -49.6 por ciento, en  junio -44.6 por ciento y en  julio -22.6 por cuento. 

En las tiendas especializadas los números para abril registraron una caída de -17.5 por ciento, en mayo de -16.4 por ciento en junio -14.5 por ciento y julio -9.9 por ciento.

Si bien la tendencia refleja una tendencia a la alza, lo cierto es que esta es especialmente lenta, lo cual puede cobrar la vida de muchas unidades de negocios en el país.

El Buen Fin es la luz de esperanza que muchos negocios locales y grandes marcas esperan para dar un brinco importante en su proceso de recuperación.

La perspectiva no es errada si consideramos que, días antes de que se celebrará la edición 2019 del Buen Fin, los pronósticos indicaban que las ventas alcanzarían 118 mil millones de pesos, lo que representaría 5 por ciento más con respecto a lo registrado durante 2018, según dijo la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio y Servicios Turísticos (Concanaco). Lo cierto es que luego de terminado el fin promocional, estas cifras se superaron.

Las razones de su fracaso

Con estas cifras de antesala y la urgencia de reactivar el consumo interno, este martes se dieron a conocer los detalles de cómo se llevará a cabo el Buen Fin en su décima edición en medio de la nueva normalidad.

Aunque los esfuerzos en la materia son buenos, lo cierto es que podrían no ser del todo efectivos por razones diversas.

De 4 a 12 días

Por única ocasión el programa durará 12 días; es decir del 9 al 20 de noviembre, en donde se espera que participen cerca de 25 mil puntos de venta en el país.

Con esto se busca dosificar la visita de los clientes a los puntos de venta; sin embargo, es posible que la estrategia resulte contraproducente.

Para nadie es un secreto que las cadenas de producción y distribución se han visto mermadas. A pesar de que muchos fabricantes y distribuidores ya han comenzado a reactivarse, el envío de muchos productos se ha visto mermado. Esto afecta desde el consumo de alta rotación hasta electrónicos.

A decir de estimaciones entregadas por Kearney, las pérdidas ocasionadas por la paralización de las cadenas de suministro alcanzarían a nivel mundial cerca de 352 mil millones de euros.

Esto supone que en muchas categorías los estantes luzcan vacíos desde los primeros días del Buen Fin, en donde los puntos de venta tendrán pocas posibilidades de resurtirlos con rapidez.

El hecho no es desconocido para el consumidor y el escenario esperado es que las tiendas luzcan abarrotadas en los primeros días sin que la extensión de la promoción ayude a mantener las medidas y protocolos de seguridad.

Crédito hasta 24 meses sin intereses

La Asociación de Bancos de México ofrecerá hasta 24 meses sin intereses con tarjetas de crédito y hasta 40 meses de plazo con tasas preferenciales, dobles y triples puntos, certificados de descuento.

Aunque estos beneficios suenan atractivos, lo cierto es que el consumidor ha disminuido el uso de sus tarjetas de créditos a causa de la pandemia. 

Estimaciones entregadas por la  Asociación de Bancos de México (ABM) indican que el uso de tarjetas de crédito y débito en el país cayó 46 por ciento en ambos casos. Es posible que el grueso de las compras se intenten realizar de contado, lo que no es bueno en un momento en el que se busca cuidar el gasto.

E-Commerce representará el 30 por ciento 

Tomando el cuenta el repunte que ha tenido el comercio electrónico y la seguridad de distancia que ofrece al cliente, la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) pronostica que las compras desde este canal representen el 30 por ciento del total de ventas que se realicen en el Buen Fin.

Si bien este escenario es probable, el problema se registrará en las quejas al consumidor quien no estará dispuesto a esperar o encontrarse promociones que las tiendas online no puedan cumplir.

Este escenario, sin un plan agresivo de promociones, ya se vio retado en meses pasados y los sistemas de entrega de las grandes marcas no fueron capaces de cubrir la demanda.

Un ejemplo al respecto fue lo que sucedió con el Puerto de Liverpool, firma que explicó luego deseo objeto de diversas quejas colectivas que la reducción en su plantilla logística a causa de la pandemia así como un incremento del 400 por ciento en su volumen de entregas “sobrepasaron” la capacidad internas de atención de las firmas, con lo que se provocó un incremento en el promedio de días de entrega.

Este escenario será compartido por muchas marcas y negocios locales a gran escala con lo que es posible que el millar de empleados que la Profeco dispondrá para dar atención al consumidor en este periodo promocional no sean suficientes.