Las consultoras de comunicación, dedican particular atención a esta etapa, sin embargo, no siempre cuentan con las metodologías apropiadas y sostienen su indagación en información hemerográfica y buscadores de internet. Esto no es malo, pero tampoco es suficiente.
Para conseguir buenos resultados, es primordial contar con una metodología que nos lleve a esa información relevante que nos va a permitir ofrecerle al cliente o la organización, descubrimientos y datos que aporten a sus esfuerzos de mercadotecnia y comunicación.
El análisis PESTLE (por sus siglas en inglés), es una herramienta que se utiliza para obtener una imagen macro de un entorno industrial. PESTLE integra los factores políticos, económicos, sociales, tecnológicos, legales y ambientales (environmental) y permite a una empresa formarse una impresión de las variables que podrían afectar a su negocio o industria.
El PESTLE ha pasado de ser una herramienta solo para las industrias, para convertirse en un útil instrumento para la mercadotecnia y la comunicación, ya que ofrece una gran comprensión de los factores externos que afectan un negocio o una marca. Permite identificar y descubrir, tendencias y situaciones que puedan impactar de manera positiva o negativa, el curso de un negocio o marca.
Es muy común en la práctica de relaciones públicas valerse del análisis FODA como una fórmula que puede ayudar a evaluar las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de una empresa para comprender su posición en el mercado. Pero, es el análisis PESTLE, una forma más completa para entender y evaluar los factores externos. Va más allá de lo que está haciendo la empresa y analiza lo que está sucediendo en el mundo en general, para anticipar cómo los factores fuera de su control podrían afectar el negocio y afectar el marketing.
Pensar en estos cambios y planificar su marketing en torno a ellos, puede resultar en un diferenciador, que lo mantendrá a la vanguardia, en lugar de responder a los cambios a medida que ocurren. El PESTLE lo puede llevar paso a paso, con escenarios o una descripción más detallada para cada campo.
Considere los seis factores a su vez y piense en lo que podría suceder en el próximo año y cómo podría afectar su negocio. Puede ser útil realizar una investigación en cada área y encontrar datos relevantes para no basarse solo en suposiciones. Piense en el nivel de riesgo de cada categoría, así como en las oportunidades potenciales que ofrecen. Con esta información, determine cómo cada aspecto del análisis se aplica más específicamente a su actividad de marketing.
Por ejemplo:
Factores políticos. Analiza cómo la estabilidad de un gobierno, legislaciones o el entorno global podrían afectar el entorno empresarial.
Factores económicos. Inflación, desempleo, políticas monetarias y el crecimiento económico ¿Cómo afectarán a su sector, así como el comportamiento de los compradores?
Factores sociales. Considera los cambios demográficos, culturales, estilo de vida, así como las variaciones en las actitudes de los consumidores.
Factores tecnológicos. Los avances en la tecnología podrían influir en la forma en que opera su empresa, la forma en que se vende o se compra, incluso la forma en que se comunica.
Factores legales. En el ámbito de regulaciones laborales, de competencia, de salud o medio ambiente; esto aplica tanto a su empresa como a las empresas de sus clientes.
Factores medioambientales. Considera la forma en que el medio ambiente podría afectar su negocio. Esto podría incluir preocupaciones sobre el cambio climático, iniciativas para borrar su huella de carbono e incluso implantar los criterios ESG.
Es indudable, que los pilares de un buen trabajo de comunicación son la recopilación de datos y el análisis de la situación de la que partimos. Sin ello, difícilmente resulta factible estructurar una buena estrategia, que arroje buenos resultados, pero además, le permita diferenciarse del resto.
