• La campaña de Vips, de acuerdo con Archer Troy, refleja que “una muestra de amor infalible es compartir tu comida“

• Esta ejecución promociona 15 platillos a un precio rebajado en todos los restaurantes de la cadena

• Se trata también de la ejecución con la que la agencia y la marca celebraron su primer año de trabajos

Uno de los sentimientos que más se explota en la publicidad es el amor. Ejemplos, entonces, hay de sobra. Se puede hablar del cariño que existe entre diferentes generaciones de madres e hijas, al estilo Apple. También algunas marcas, como OKCupid naturalmente se enfocan en las primeras fases de las relaciones románticas. También hay iniciativas más extrañas, como la campaña de Equinox, que tratan de exaltar el cariño y admiración física por el propio cuerpo.

Sin importar el tipo de amor que se explore, tiene sentido que las empresas decidan emplear este sentimiento en sus ejecuciones promocionales. De acuerdo con Hubspot, un campaña que utiliza el concepto de amor generalmente puede generar sentimientos tanto felices como tristes. Ambos fortalecen el nexo entre marca y persona, al tiempo que aumentan la atención. Por su parte, Visme apunta que el romance busca sentimientos de idealización e inspiración.

Todos estos factores pueden ser cruciales para establecer una relación más poderosa y firme entre las empresas y sus audiencias. Además, se debe de sumar que el amor es una emoción universalmente reconocida. Así que se puede emplear también para crear una campaña con un atractivo realmente internacional. Sin embargo, es importante aclarar que no todas las audiencias entienden este sentimiento de igual manera. Ni lo relacionan a las mismas cosas.

El amor es comida, según esta campaña de Vips

Una de las cadenas de restaurantes más icónicas de México acaba de presentar su más reciente activación publicitaria. La campaña, creada por Archer Troy, cuenta con tres videos donde se explora el sentimiento del amor en sus diferentes tipos. En uno de los anuncios, se puede ver a una familia y la interacción del padre con su hija. En otro, a varios compañeros de la oficina que se reúnen para celebrar un cumpleaños. El tercero muestra a una vieja pareja.

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Pero no solo son esos diferentes tipos de amor los que cimientan el hilo narrativo de toda la campaña. También está la comida y la forma en la que ésta ayuda a reforzar los lazos entre las personas. En la familia, el papa sacrifica todas y cada una de sus cucharadas para complacer a su hija. El festejado deja que sus amigos de la oficina se coman su pastel por el cariño que les tiene. Por último, el hombre mayor le roba a su pareja un poco de su comida, sin preguntar.

Diferentes formas de percibir el amor

Ya otras empresas han realizado un retrato peculiar, on brand, del cariño entre dos o más personas. Hace unos meses, Lacoste lanzó una poderosa campaña en donde muestra de forma literal el daño que se hacen entre sí las parejas tóxicas. En una conmovedora activación, la marca de belleza Shiseido demostró que la verdadera amistad puede soportar el paso del tiempo. Y una organización británica mostró que, para las relaciones, el físico es lo de menos.

¿Qué se puede rescatar, en este sentido, de la campaña de Vips? Es claro que los alimentos tienen una relevancia cultural significativa en todo el mundo, más allá de su papel de sustento para las personas. Pero estos anuncios reflejan la forma particular en la que interactúan los mexicanos con su comida. No solo es una excusa para pasar tiempo con otras personas o disfrutar de un pequeño placer. Es también una forma sin igual de demostrarle amor a otros.

No es una conclusión reveladora, pero sí refleja qué tan poderosa es en realidad esta simple campaña. Se trata de solo una forma de dar a conocer una serie de paquetes en Vips a un precio menor al resto de su menú. De inicio, esta idea no precisamente grita nexo emocional ni sugiere la posibilidad de una narrativa particularmente compleja. Pero al ligar su ejecución con un concepto tan profundamente mexicano, la compañía logra crear un muy buen anuncio.