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En algunos casos hay una delgada línea en los medios entre el humor y la falta de respeto
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La embajada china en Dinamarca dice que una ilustración de un medio local hiere los sentimientos del pueblo asiático
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Desde el Jyllands-Posten responden que no se disculparán: hasta habló la primera ministra danesa
Cuando se producen sucesos de gravedad de trascendencia internacional, como el brote de coronavirus iniciado en China, los medios deben saber manejar el tema del humor, la sátira y la ironía.
En especial cuando se trata de culturas muy diferentes como la del gigante asiático y la danesa, una de las más libres y desprejuiciadas de Europa.
En este contexto hay que leer lo ocurrido esta semana en Copenhague, Dinamarca, donde un periódico local se negó a pedirle disculpas a China por una caricatura satírica sobre el nuevo virus mortal que ha matado a 170 personas e infectado a miles.
Incluso hasta intervino la primera ministra para defender la libertad de expresión del medio danés.
La caricatura, publicada en el Jyllands-Posten el lunes pasado, mostraba una bandera china con las estrellas amarillas que se encuentran en la esquina superior izquierda intercambiadas por dibujos del coronavirus.
Horas después, la embajada de Beijing en Dinamarca calificó la caricatura como “un insulto a China” que “hiere los sentimientos del pueblo”.
La embajada dijo que la caricatura cruzó el “límite ético de la libertad de expresión” y exigió que el periódico -y dibujante Niels Bo Bojesen– “se reproche su error y se disculpe públicamente con el pueblo chino”.
El conflicto escaló hasta hacerse diplomático: la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, dijo que la libertad de expresión en Dinamarca incluye los dibujos animados.
Avisledere: Alvorligt at Kina vil kontrollere danske medier https://t.co/MqHqQL2c1y pic.twitter.com/Hsofa1EmRo
— Jyllands-Posten (@jyllandsposten) January 29, 2020
“Tenemos una tradición muy fuerte en Dinamarca, no solo por la libertad de expresión, sino también por los dibujos satíricos, y también la tendremos en el futuro”, dijo Frederiksen. “Es una posición danesa bien conocida, y no lo cambiaremos ahora”.
Después de estallar en la ciudad central de Wuhan, de 11 millones de habitantes, el número oficial de casos confirmados del nuevo virus llegó a más de 7.000 este miércoles en China, con más de 170 muertes.
También se han confirmado unas 50 infecciones de coronavirus en otros lugares de Asia, Europa y América del Norte.
El martes, el editor jefe de Jyllands-Posten, Jacob Nybroe, dijo que no quisieron burlarse de la situación en China, pero también negó que fueran disculparse. “No podemos disculparnos por algo que no creemos que esté mal. No tenemos intenciones de ser degradantes, ni creemos que el dibujo sí lo sea”, dijo Nybroe. “Hasta donde puedo ver, aquí se trata de diferentes formas de comprensión cultural”.
Jylland-Posten no es ajeno a la controversia en su historia. En 2005, publicó caricaturas que representaban al profeta Mahoma que más tarde contribuyeron a protestas violentas en algunos países musulmanes, publicó The Telegraph.
En 2015, una serie de caricaturas sobre Mahoma desembocaron en una masacre de periodistas en el edificio del semanario francés Charlie Hebdo.
La editorial fue atacada por los hermanos Said y Chérif Kouachi para “vengar” al profeta del islam, que la revista satirizó durante años.
El ataque acabó con la vida de 12 personas, de las que ocho pertenecían a la plantilla o eran colaboradores habituales. Entre los muertos, hubo cinco dibujantes emblemáticos de la publicación: Stéphane Charbonnier, Charb; Jean Cabut, Cabu; Georges Wolinski; Bernard Verlhac, Tignous y Philippe Honoré.
