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Los estereotipos han sido un desacierto y un tema de gran discusión para marcas como Aunt Jemima, que sumó al debate incluso a familiares del popular personaje.
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Comunicar es parte de las actividades mediante las cuales se busca trascender en el mercado y lo más importante, a través de las cuales se busca generar pautas de trabajo.
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El diseño ha sido clave en la estrategia de branding de las marcas y de ello depende su capacidad de innovar en el mercado.
Las marcas como Aunt Jemima tienen historias destacables, que por años les ha dado la oportunidad de poder comunicar con el consumidor y lograr con esta misión trascender en el mercado.
Para lograr esta relevancia, un elemento clave en dicha labor ha sido la de poder identificar patrones, mediante los cuales se vuelve tremendamente práctico entender al consumidor y lo más importante, lograr hacerlo sin romper la ligera barrera de lo políticamente incorrecto.
Ante estos retos, un tema que no podemos perder de vista es el que nos advierte de lo importante que se vuelve para las marcas, el poder entender los procesos a través de los cuales se logran mejores prácticas en el mercado.
Aunt Jemima desaparece para siempre
En junio de 2020 una noticia estremeció a los pasillos de los supermercados en plena contingencia sanitaria, tras darse a conocer que Aunt Jemima desaparecería.
En esa ocasión Quakers Foods, grupo dueño de la popular marca, reconoció que los orígenes de esta marca se basaban en los estereotipos racionales, tan presentes en décadas pasadas.
La advertencia se convirtió en su momento en una polémica que dividió opiniones. Por un lado los consumidores que buscaban acabar con este tipo de símbolos basados en imágenes racistas, los familiares de la mujer que inspiró a Aunt Jemima, quienes se negaban a que desapareciera y los consumidores quienes rechazaron que desapareciera el personaje.
La desición de Quaker de hacer una revisión a su catálogo de marcas y aceptar que uno de sus productos era racista es un importante antecedente, que nos advierte de la nueva estrategia de comunicación que siguen las marcas, basada en la ruptura de los estereotipos.
Ahora, Pearl Milling Company será el nuevo nombre de la marca que por décadas se convirtió en una protagonista indispensable de los desayunos, un momento del día de los de mayor consumo en muchos mercados.
Aunt Jemima breakfast brand has its new name https://t.co/GmmAcnZeW5 pic.twitter.com/kVfQA8qdbu
— New York Post (@nypost) February 10, 2021
La nueva marca acaba con la historia de más de 130 años con los que contaba Jemima en estos productos que al día de hoy son un referente en el mercado.
“Si bien el nombre de la caja ha cambiado, los productos de gran sabor, la ‘perla’ dentro de la conocida caja roja siguen siendo los mismos, con la misión de crear momentos de desayuno alegres para todos”, aseguró la compañía ahora que ha nombrado a Aunt Jemima con el nombre de un molino de Missouri, que originalmente se encargaba de la preparación de la harina para la marca de hot cakes.
Acabar con los estereotipos en las marcas ha sido una tarea permanente, pero cuando se trata de acabar con estas prácticas de personajes que se han distinguido, por la influencia que han alcanzado, algo importante de observar es la cultura que se genera entorno a ellos.
Dentro de México hemos sido testigos, con las nuevas restricciones a los empaques, de cómo se prohiben personajes dentro de productos chatarra como cereales o botanas, lo que ha terminado con la vida de icónicos personajes entre ellos Chester Cheetos o el Osito Bimbo.
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