- T1 (Trump Mobile) costará 499 dólares y afirma tener fabricación estadounidense.
- Pero los expertos coinciden en que se realizará en China y otros países de Asia la mayor parte.
- La estrategia muestra riesgos de credibilidad para marcas que usan discursos nacionales.
Este lunes 16 de junio, como te adelantamos en Merca2.0, la Trump Organization reveló su nueva incursión en la industria telefónica: Trump Mobile, acompañado del smartphone T1, un dispositivo color dorado anunciado a 499 dólares.
Según la compañía, el teléfono estaría “diseñado y fabricado en Estados Unidos”. Sin embargo, varios analistas consultados por distintos medios de ese país señalaron que no sería exacto el origen del teléfono.
En lugar de un producto nacional, el equipo sería ensamblado fuera de Estados Unidos, muy probablemente en China, dice CNBC.
Origen del Trump Mobile y promesa de “Made in USA”
El T1, con pantalla AMOLED de 6.8 pulgadas, cámara de 50 megapíxeles, batería de 5,000 mAh, 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento, guarda semejanzas con un celular premium, a un precio que lo posiciona como opción de gama media-alta.
La Trump Organization anunció que los teléfonos se producirían en Alabama, California y Florida, pero Eric Trump, hijo del expresidente, reconoció que la etapa inicial seguramente sería en el extranjero.
Varios expertos coinciden: Estados Unidos carece de la infraestructura necesaria para producir teléfonos inteligentes de este nivel hoy. Levantar una cadena logística completa (incluida fabricación de chips, módulos de cámara y pantallas) llevaría años y demandaría enormes inversiones.
Complejidad de la cadena logística mundial
Aunque el Trump Mobile lleve la etiqueta “Made in USA”, su producción dependería de proveedores internacionales, especialmente de Asia.
Las pantallas AMOLED suelen provenir de Samsung o BOE en Corea del Sur y China; los procesadores, de MediaTek o Qualcomm fabricados en Taiwán; y los sensores fotográficos, en su mayoría producidos por Sony en Japón .
Un análisis del Wall Street Journal detalla que componentes esenciales como el chip de radio, GPS y biométricos de huella o reconocimiento facial no tienen producción nacional disponible a gran escala.
Incluso las memorias podrían provenir de Samsung o Micron, pero la mayor parte probablemente se importaría.
Un informe de The Guardian recordó que el 97% de los iPhones ensamblados en India se destinan al mercado estadounidense, lo que muestra la dependencia continua de Asia para estos productos.
Trump Mobile: Marketing político 100%
La llegada de Trump Mobile renueva un discurso del expresidente sobre el regreso de la producción industrial a Estados Unidos.
En mayo insistió en imponer aranceles de 25% a Apple o Samsung si no fabrican sus teléfonos en suelo estadounidense.
Pero la realidad del sector es implacable. Replicar un producto como el iPhone 16 Pro Max en Estados Unidos incrementaría su precio a unos 3,500 dólares por unidad, debido al costo laboral y logístico.
Además, la infraestructura para manufactura de alto volumen no está lista, y construirla tomaría varios años .
El caso del T1 se percibe más como ejercicio simbólico que apuesta realista: una especie de manifiesto industrial con fines políticos.
Su página web luce deficiente, con errores tipográficos, imágenes editadas con Photoshop y especificaciones que no generan confianza entre los analistas.
Mercado latinoamericano
Aunque el plan de Trump Mobile se concentra en Estados Unidos, presenta puntos de interés para profesionales de marketing y publicidad en América Latina.
Primero, muestra cómo la narración política (en este caso, el sello “Made in USA”) sigue siendo un elemento poderoso para influir en decisiones de consumidores específicos.
Segundo, revela los límites de ese discurso cuando la realidad operativa contradice la promesa.
- De nichos y dudas. La conexión entre identidad nacional y lanzamiento de productos tecnológicos puede atraer a nichos segmentados, pero el componente de verificación ocupa un rol preponderante.
- Experiencia del usuario. La experiencia del usuario y el diseño, si no están respaldados por un producto funcional y creíble, pueden erosionar la reputación de marca.
- Greenwashing. El auge de marcas que apelan al patriotismo o a lo local requiere un nivel de transparencia mayor para evitar acusaciones de “greenwashing” o “countrywashing”.
El lanzamiento de Trump Mobile y el T1 es más una declaración política que un avance tecnológico. Apuesta por la narrativa de devolver la manufactura a Estados Unidos, aunque el producto concreto seguirá dependiendo de Asia, especialmente de China.
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