Los fabricantes de automóviles están en una etapa clave en su evolución. Los combustibles alternativos son una obsesión para la mayoría de las marcas, que saben que las reservas mundiales de petróleo no son infinitas y la contaminación de sus motores es cada vez más un problema.
Sin embargo, mientras la mayoría apunta sus proyectos casi con exclusividad a los vehículos eléctricos, otros ven que los motores a combustión interna tienen todavía mucho futuro. Con un detalle: no en un derivado del petróleo, sino en el gas natural.
Este lunes, Snam de Italia dio a conocer que firmó un acuerdo con Volkswagen para impulsar el uso de gas natural en los motores de Seat, la marca española propiedad del grupo alemán.
Luca De Meo, Presidente @SEATofficial, e Marco Alverà, AD Snam, hanno firmato una partnership per promuovere l’utilizzo di #gas naturale e rinnovabile per le auto in Europa. #gmobility #iovadoametano #snamday2018 pic.twitter.com/SJhydz8O0x
— SNAM (@snam) 26 de noviembre de 2018
Snam y Seat explorarán formas de impulsar la creación de más redes de estaciones de servicio y crear nuevos productos a partir de ese combustible, que tiene su mayor desarrollo europeo en Italia. En Sudamérica, Argentina es el mayor mercado para el gas natural comprimido (GNC) en automóviles.
“Uno de cada cinco vehículos vendidos en Italia utiliza gas natural comprimido”, dijo el presidente de Seat, Luca de Meo, y agregó que el acuerdo “mejorará aún más el desarrollo del GNC en Italia y la idea es exportar este caso de éxito a otros”.
Italia es pionera en la tecnología de GNC, y el parque de autos que usa ese combustible representa el 55 por ciento de todos los vehículos a gas que hay en Europa.
Seat y Snam desarrollarán en forma conjunta infraestructura para ampliar el uso de GNC y también de biometano. Los primeros países donde planean extenderse son, además de Italia, Francia y Austria, donde ambas compañías ya están presentes.
Las emisiones de óxido de nitrógeno de los vehículos a GNC son aproximadamente un 75 por ciento más bajas que las de los motores diésel, pero la falta de infraestructura para su reabastecimiento en toda Europa limita su avance en el mercado.
En Italia, hay en la actualidad unas 1.300 gasolineras que abastecen a un mercado de aproximadamente 1 millón de vehículos, según la asociación de vehículos de gas natural.
Según analiza Bloomberg, “las razones por las que el mercado aún no despega en Europa son que hay muy pocos modelos con las adaptaciones para GNC vendidas por los fabricantes de automóviles y un número muy limitado de estaciones de reabastecimiento”.
Seat hace tiempo que avanza en la dirección del GNC. A pesar de que todavía no cuenta en su gama con mecánica híbrida ni eléctricas, es una de las pocas marcas que dispone en su oferta de vehículos capaces de ser propulsados a gas natural directo de fábrica.
De hecho, lanzó a mediados de 2017 nuevas versiones del Mii y del León TGI, cuyos motores pueden funcionar indistintamente con gasolina o con GNC.
Según Seat, “la tecnología híbrida de gas natural y gasolina consigue que un mismo carro funcione con dos depósitos independientes, uno de Gas Natural Comprimido y otro de gasolina, utilizando de forma preferente siempre el de GNC”. Y amplía: “Estos vehículos reducen las emisiones más contaminantes: un 85% menos de NOx y un 25% menos de CO2”.
Pero el gran dato es el ahorro: un auto a GNC gasta en dinero para cargar combustible un 40% de lo que demandaría en gasolina.
Desarrollo del GNC en Argentina
En Argentina funcionan a GNC (y a gasolina de forma indistinta) unos 1,7 millón de autos, un 10% del total. Además de 2.000 estaciones de servicio en gran parte del país. Las disponibilidades de gas y el desarrollo de la tecnología han vuelto al GNC un combustible seguro, algo que frenaba las conversiones de los autos en un principio.
Entre las contras del GNC está la menor autonomía (un auto a gasolina puede recorrer fácilmente 700 u 800 km sin reabastecerse, pero uno a gas promedia entre 150 y 200 km) y el poco espacio libre en el baúl, ya que lo ocupa el tubo.