A unos dĆas de que se haga el lanzamiento oficial del videojuego Active Shooter, el cual simula un tiroteo escolar, familias de las vĆctimas de la masacre de Parkland, Florida, se manifestaron contra un tĆtulo que segĆŗn seƱala ātoca fibras sensiblesā tras lo ocurrido ya en varias localidades de Estados Unidos.
El juego tiene previsto su lanzamiento el próximo 6 de junio como “simulador SWAT” y permite a los jugadores elegir entre ser “un tirador activo” que siembra el terror en un colegio o un agente de las fuerzas especiales SWAT, cuya misión es eliminar al atacante.
La compaƱĆa Revived Games, propiedad de la empresa Acid, es la responsable del lanzamiento de esta versión que espera venderlo por unos cinco o 10 dólares en el mercado de los videojuegos Steam, una tienda de juegos en lĆnea, de acuerdo con la prensa estadounidense.
En la nota informativa de responsabilidades, la empresa seƱala que se trata de un “juego de computadora” y que “sólo tiene la intención de entretener y ser una simulaciónā. Agrega que el videojuego, sólo permitido a mayores de 18 aƱos, “contiene material no recomendado para menores y aquellos que buscan estimular y establecer visiones polĆticas”.
El domingo 27 de mayo, Ryan Petty, padre de un alumno del colegio Marjory Stoneman Douglas, muerto en el tiroteo del 14 de febrero, pidió que fuese cancelado el lanzamiento del videojuego.
“Es repulsivo que una compaƱĆa trate de obtener beneficio de una tragedia que afecta a nuestros colegios en todo el paĆs”, dijo Petty, para subrayar que “mantener a nuestro hijos seguros es un asunto real y no un juego”.
Otros padres de vĆctimas del colegio se unieron a Petty en su crĆtica al videojuego y aseguraron que “desensibiliza a los jóvenes respecto de una tragedia” como esta.
En el tĆtulo, el jugador puede elegir su papel, “luchar o destruir, ser el bueno o el malo (…) ser un miembro de elite de SWAT o un tirador”. “La decisión es tuya”, describe el juego.
En lo que va de 2018, los tiroteos en escuelas ya superan los 20 y han dejado decenas de muertos y heridos, incluyendo a los autores de los mismos. AdemÔs de que ha mantenido abierta la discusión sobre si debe haber mÔs control sobre la adquisición y portación de armas.
Según la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF), se tiene un registro de 64 mil 747 distribuidoras de armas con licencia. El registro puede darse a tiendas de armas, casas de empeño y vendedores individuales.
Esa cifra es del cuĆ”druple de los 14 mil 248 restaurantes de McDonaldās, cinco veces mĆ”s que las 12 mil 521 sucursales de Starbucks y casi el doble de los 37 mil 716 registros de tiendas de comestibles en Estados Unidos.
Por esto realmente no sorprende lo sencillo que es comprar un arma en Estados Unidos y eso, en gran parte, lleva a que sea mƔs fƔcil que ocurran ataques en masa con armas de fuego.
De acuerdo con el Buró Federal de Investigación (FBI), en 2015 se registró un nuevo récord en ventas, con 23.1 millones, 10 por ciento mayor a 1998, año en el que hubo mayor venta de armas de fuego.