Internacional.- La llegada de los wearables, con todas las ventajas que puedan representar por la información que brindan al usuario, también ha tenido para algunos el inconveniente pues suelen ser piezas con diseño deportivo o poco adecuadas para ser usadas en cierto tipo de ocasiones. Por ello, ya son varias las marcas que se han aliado a diseñadores de moda, como en este caso la norteamericana Tori Burch, que ha trabajado para la empresa de brazaletes inteligentes Fitbit.

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Burch ha diseñado para la marca de dispositivos, una colección de cuatro accesorios compatibles, formada por  tres brazaletes, dos de silicona (en colores fucsia y azul marino), uno de latón dorado y un collar en el que se guarda el sensor, que es disimulado por una estructura de bronce.

Con precios que van desde los 38 a los 195 dólares  según la pieza de la diseñadora, a esto se debe agregar el coste de la Fitbit Flex, que se vende por separado por unos 100 dólares y que tiene las funciones estándar de la mayoría de estos dispositivos, como son la monitorización de pasos, calorías consumidas o horas y ciclos de sueño del usuario.