Todo comenzó hace pocos días cuando Sara Rosso, una bloguera estadounidense que vive en Italia y que ha sido la impulsora del día mundial de Nutella (5 de febrero) a través de la página World Nutella Day, recibió la carta de la empresa Ferrero, dueña de la marca de la mundialmente famosa pasta de chocolate y avellana, en la que le solicitaban que renunciara a su actividad con la página web dedicada al producto.