Según la narración de la joven, ella contrató a un asaltante para que le quitara el celular a su novio, porque sospechaba que la estaba engañando, pero quería pruebas para confrontarlo.
Un perro callejero saltó a la fama como “el ladrón más dulce” de Puebla, quien ya tiene su propio mural y carteles de alerta por robar cemitas a los transeúntes.