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Si bien EEUU y China aparentemente han limado asperezas en los últimos meses, el gobierno de Donald Trump todavía quiere herir a sus marcas más influyentes
Europa abrió con caídas de hasta 9% y se suspendieron los futuros de Wall Street porque tocaron el límite de pérdidas. A temor por el coronavirus se sumó el desplome del precio del petróleo.
Estados Unidos levantó la etiqueta de “manipulador de divisas” de China. Es un paso previo y necesario para llegar a un acuerdo que termine con la guerra comercial.
Beijing ordenó que todas sus oficinas y empresas públicas reemplacen todas sus computadoras y software de origen extranjero.
En una muestra de intento de conciliación, China dijo que eximirá de tarifas arancelarias a la soya y el cerdo estadounidense. Lo hace una semana antes del ultimátum de Donald Trump para imponer más trabas a las importaciones del gigante asiático.
Donald Trump no distingue rivales: ahora impone nuevos aranceles al acero y el aluminio que importa desde Brasil y Argentina. La razón: los acusa de una “devaluación masiva” de sus monedas.
Algunas tecnológicas estadounidenses tiene el visto bueno de Donald Trump para reanudar sus negocios con Huawei, pero puede ser demasiado tarde.
Donald Trump promulgó una ley y firmó un proyecto que apoyan a los manifestantes de Hong Kong. Esto tensa las relaciones en medio de las negociaciones por poner fin a la guerra comercial.
Estados Unidos otorgará exenciones a algunas empresas de ese país para que puedan comerciar con Huawei. El 15 de diciembre se suman más aranceles.
El cofundador de una de las empresas más importantes de todo el mundo ha predicho que el la guerra comercial entre las dos potencias todavía tiene para rato