Un repartidor de Rappi (que utilizaba bolsos de Glovo) entregó la cena con un detalle: le faltaban partes. Así lo denunció un cliente a través de las redes sociales, junto con un video en el que se ve qué pasó.

Ocurrió en la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, al sur de la Ciudad de Buenos Aires, en Argentina.

Todo lo que pasó en la puerta del edificio donde estaban esperando el pedido quedó registrado en las cámaras de seguridad

El repartidor se excusó diciendo que el cliente no atendía y que entendió que el pedido estaba cancelado.

Según reportan los medios argentinos, cuando el cliente recibió lo que había pedido por la aplicación, advirtió que faltaban partes. Antes de llamar a la tienda para reclamar, pidió ver el registro de la cámara de seguridad del edificio.

Grande fue la sorpresa cuando vio que fue el repartidor quien había sacado la comida.

En la imagen de video se advierte que el repartidor guarda en sus bolsillos parte de la comida que estaba envuelta en una bolsa de papel.

El video fue publicado por el cliente en Twitter con este texto: “Miren cómo los repartidores de Rappi Argentina se roban pedidos de los clientes en La Plata”.

Y apuntó: “Lo peor de todo es que no tengo una sola respuesta del soporte y el pibe ya vino dos veces a amenazarme para que no lo denuncie en la empresa. Se robó la mitad del pedido”.

Tras la polémica, el cliente colocó como privada su cuenta (@maggibrunoo). En este link de TN se puede ver el video.

El delivery estaba trabajando para Rappi, pero usando un bolso de Glovo, la empresa española que dejó la Argentina en 2019.

Qué dijo Rappi de lo que pasó con el delivery

Luego de viralizado el video, la cuenta oficial de Twitter de Rappi contactó al joven al que le faltaba la comida y le pidió disculpas.

“Hola Bruno, te pedimos disculpas por lo ocurrido, conocer que suceden estas cosas nos ayuda a mejorar nuestros procesos para prevenir que se repitan”. También le ofrecieron reintegrar lo abonado.

El repartidor argumentó que el cliente “no atendía” que “no dejó su número de departamento” y que no contestó los mensajes. “Lo daba por cancelado y encima cuando pasa eso le tengo que pagar”, agregó.

“El flaco aparece más tarde, cancela el pedido y se lleva igual los bizcochitos y facturas. No es justo que me escrache, cuando él también tuvo su parte ya que igual se quedó con la comida”, dijo el delivery al periódico local El Día.

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