En el complicado escenario global actual, la capacidad de llegar a la mayor cantidad de audiencias posibles por medio de técnicas de mercadotecnia efectivas se ha transformado en un factor clave a la hora de ascender en puestos políticos.
Un claro ejemplo es el de la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, cuyo meteórico ascenso al poder se debió en gran parte a sus habilidades en la utilización (en el buen sentido de la palabra) de las estrategias de marketing político.
La elección de Ardern en 2017 fue una sorpresa para muchos, pero su éxito en las encuestas se debió a su capacidad para llegar a los votantes a nivel personal.
Durante su campaña, Ardern usó de manera efectiva a las redes sociales para conectarse con los electores más jóvenes, y su eslogan, simple pero efectivo de “Hagámoslo” resonó en todo el país.
También se aseguró de aparecer en programas de entrevistas y usar su carisma para interactuar con votantes potenciales.
El éxito de Ardern demostró la importancia de tener una estrategia de marketing bien pensada, algo clave para cualquier político con ambiciones electorales.
Una estrategia integral debe incluir una fuerte presencia en las redes sociales y los medios de comunicación tradicionales, además de interactuar con el público y transmitir mensajes claros. También debe adaptarse para otras edades y , siempre, tener en cuenta el contexto local.
Primera ministra de Nueva Zelanda renuncia tras cinco años
Pero todo tiene un final y éste llegó para Ardern, que este jueves 19 de enero anunció que renunciará como primera ministra de Nueva Zelanda a partir del 7 de febrero.
Ardern dijo en una conferencia de prensa que durante diciembre y el comienzo del verano en ese país había esperado hallar “la energía y el corazón” para continuar en el cargo, “pero no he sido capaz de hacerlo”.
Explicó, conteniendo el llanto, que fueron “los 5 años y medio más gratificantes de mi vida”. Y anunció que en octubre habrá elecciones.
“Decidí darme una oportunidad para reflexionar realmente si podía hacerlo, si podía seguir, pero estaría perjudicando a Nueva Zelanda si lo hago”, apuntó y agregó: “Soy una política que, ante todo, es humana”.
Jacinda Ardern renuncia como primera ministra de Nueva Zelanda: “Considero este trabajo un privilegio, pero también soy humana” https://t.co/W6MOKg5Z8o pic.twitter.com/SdiN5keQ2b
— EL MUNDO (@elmundoes) January 19, 2023
Ardern dejará el cargo poniendo fin a un mandato de cinco años que le valió elogios internacionales pero que la dejó cada vez más aislada políticamente en su país, a medida que aumenta la inflación.
La repentina renuncia de Ardern, de 42 años, marca el final de una era que generó un potente intenso interés global por Nueva Zelanda, tanto por su mandato socialmente progresista como por su respuesta considerada como “dura” a la pandemia de Covid-19.
Bryce Edwards, un analista político de la Universidad Victoria de Wellington, le dijo al Financial Times que Ardern “llegó al poder de la nada”, cuando los partidos de izquierda estaban en retirada. Habló de una “Jacindamania” que llegó a su fin.
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