Internacional.- En vez de organizar una degustación estándar para dar a conocer sus productos la neoyorkina tienda Castello, especializada en quesos, se ha decidido a convertir, literalmente en obras de arte, los productos que venden, en una exhibición muy original en la Grand Central Station de la Gran Manzana.

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Los museos y exposiciones de arte, suelen ser lugares en los que tocar o hacerse con una parte de las obras expuestas, no está permitido, aunque en este caso era todo lo contrario, con representaciones en las que los quesos eran el arte, que replicaba en tres dimensiones, lo que estaba representado en los cuadros. Un arte que además se partía y compartía con quienes lo apreciaban.

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