La caĆda de cenizas volcĆ”nicas del PopocatĆ©petl afectó de manera extrema las operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de MĆ©xico. ĀæSe imaginan estar sentados en el piso por mĆ”s de 20 horas, pendientes de saber si tu vuelo se cancelaba o no?; esta vez, me tocó a mĆ. Hasta la tarde de ayer, las cifras oficiales fueron: 502 vuelos cancelados y 936 con retrasos.
En medio de 10 horas pude hacer un anĆ”lisis de lo que significa una crisis de comunicación dentro del Aeropuerto; primero, porque los canales no son suficientes, ni adecuados. Las bocinas, a duras penas, podĆan transmitir los mensajes que emitĆa el personal del aeropuerto, lo que provocaba confusión, angustia y enojo de los clientes de las aerolĆneas. Me tocó ver a grupos de personas correr a su nueva sala de abordar, ya que finalmente les asignaban una y tenĆan la suerte de que su vuelo no era cancelado, pero el personal ya no los dejaba pasar porque habĆan llegado tarde y todo era porque los avisos no se escuchaban,
no eran claros y no estaban alineados a la información que aparecĆa en las pantallas.
Tal y como sucedió en el Aeropuerto, ante cualquier crisis, la claridad de los mensajes y el correcto funcionamiento de los canales de comunicación es vital, de ello depende el salir bien librados o no de la situación.
No hay que ser pesimistas, pero, como dice el dicho, āmĆ”s vale prevenir que lamentarā. El departamento de comunicación y relaciones pĆŗblicas de cada empresa, sin importar su tamaƱo y giro, debe de estar preparado para saber cómo actuar ante posibles crisis. Es indispensable definir quiĆ©n da la cara al exterior y al interior, quiĆ©n se encarga de la comunicación con los usuarios o clientes, quiĆ©n es el vocero oficial ante los medios de comunicación, quiĆ©n desarrolla los mensajes, etc. Adicional a lo anterior, es muy importante
cerciorarse de que los mensajes sean transmitidos a travĆ©s de los canales correctos y que Ć©stos funcionen adecuadamente con el fin de evitar confusión, enojo o problemas mayores, como mi experiencia en el Aeropuerto. La mayorĆa de las crisis no son predecibles, por lo que la antelación facilitarĆ” actuar de
manera eficiente cuando se presente. Por ejemplo, suponer escenarios complicados ayudarĆ” a desarrollar posibles mensajes clave como respuesta.
Actualmente, la mayorĆa de las empresas han adoptado una comunicación multicanal, permitiendo que los receptores elijan el canal que mĆ”s convenga a sus necesidades y, en beneficio de las empresas, incrementando la probabilidad de que sus mensajes lleguen a sus pĆŗblicos objetivo. No se trata solamente de tener canales, sino de saber utilizarlos.
Procurar y preparar los diversos canales de comunicación de forma anticipada, asà como las posibles respuestas ante diversas situaciones, facilitarÔ la comunicación ante una crisis y garantizarÔ la claridad de los mensajes. La satisfacción y preferencia de los usuarios, clientes y audiencias toma tiempo y requiere
de mucho esfuerzo y perderlos puede depender de sólo un disgusto o mala experiencia, por lo que cuidar cada detalle y estar preparados para una posible crisis harÔ la diferencia.