El gran economista italiano habría concluido, haya en el siglo diecinueve, que “la velocidad de cualquier proceso es tan rápida como la más lenta de las partes que integran ese mismo proceso” o, como se diría más adelante, un tren es tan rápido como el más lento de sus vagones.
Indiscutiblemente, este principio se aplica acá en el siglo veintiuno al recorrido que gobierna “La Cadena de Suministro” (SCM por sus siglas en inglés).
Por otro lado, en el tercer cuarto del siglo veinte, Philip Kotler acuñaba la frase que daría sentido al estudio formal de la Mercadotecnia como ciencia cuando la definía así:
“El proceso social y administrativo por el cual los grupos e individuos satisfacen sus necesidades al crear e intercambiar bienes y servicios”.
Indiscutiblemente el axioma de Pareto, y el manifiesto de Kotler, rigen el proceso total desde la oferta hasta la entrega de cualquier producto o servicio en el mundo de los negocios hoy. Sin embargo, aparentemente y por desgracia, estas verdades axiomáticas no son conocidas por todos los involucrados en el medio profesional creando los grandes problemas de servicio y entrega que contaminan el mundo comercial moderno basado en los sistemas digitales de oferta de productos y servicios, amén de la logistica que les acompaña. La venta desde un portal digital B2B o B2C, es tan rápida como lo lenta que sería su entrega.
NO EXAGERO, como consumidores:
A: Sufrimos de ofertas que superan existencias conceptuales (de promesa de valor) y reales (de producto).
B: Quedamos afectados por una logística que mal sirve a una oferta desmedida y desarticulada de “La Cadena de Suministro” y
C: sómos víctimas, aunque menos frecuente, de una mala “la Logística Inversa” (IL por sus siglas en inglés) que garantiza el servicio post-venta y la sustentabilidad.
A: El “The New York Times” publicó un artículo en derredor del tema de la oferta contra la real entrega titulado: “¿Benefician Juegos Cognitivos el Cerebro?” escrito por “Tara Parker-Pope”. Tropecé con un comentario declarado por el Dr. Murali Doraiswamy (director del programa de trastornos neurocognitivos en el Instituto Duke de Ciencias del Cerebro, en Carolina del Norte) cuando es cuestionado sobre la efectividad de estos programas. Ėl dice: “El problema es que la ciencia del entrenamiento cognitivo no se ha mantenido a la par con la publicidad”. No pretendo en este artículo hablar sobre “Lumosity” o cualquier otro programa de este género, no. El tema tiene que ver con ofertas desarticuladas y/o desmedidas que sustentan dichas ofertas en cantidad y contenido. U, ofertas nada casadas con existencias de productos. Este fenómeno es cada día más presente debido a la competencia feroz en el libre mercado digital que obliga (¿?) a exagerar nuestras capacidades en aras de lograr la atención de un -cada día más demandante- cliente.
B: En cuanto a la logística, ésta queda cada día más corta con respecto a la demanda disparada por la compra digital. La plataforma para adquirir productos es real, la existencia de producto probablemente no miente. Sin embargo, la velocidad de entrega prometida NO ES VERDADERA; en nada se parece a la promesa inicial. En un reciente artículo publicado en la sección de negocios del periódico “Reforma”, el articulista exploraba como los proveedores terceristas (Third Party Logistics Partners ó 3PL) en México, estaban completamente saturados y desarticulados en cuanto a la demanda de productos adquiridos en plataformas digitales. No sólo se entregaba tarde -escribía- sino mal o no se entregaba en lo absoluto. El crecimiento de las empresas de logística no está a la par del crecimiento de la oferta digital y esto hace que los consumidores huyan de las compras online. Esto se debe a que no existe un agente LLP o “logistics Leadership Partner” encargado de administrar ambas entidades: Productor-distribuidor y Transportista-almacenista. O, lo más grave, los productores-distribuidores se desentienden una vez hecha la venta.