Para nadie es un secreto que Venezuela pasa por sus horas más bajas en varios renglones y sectores productivos. De ser un país petrolero y pujante ha pasado a carecer casi de todo. El dominio político ejercido por el chavismo basado en una retórica y narrativa anti-imperialista, ha dejado al país al borde del colapso total.

Se cuentan por millones el éxodo de los venezolanos y es angustiante su relocalización en otros países en busca de tranquilidad y progreso.

En cuanto al sector de los medios de comunicación la situación no es diferente. Desde hace algunos años el aparato gubernamental ha diseñado sus propios programas de comunicación que datan desde el ALÓ Presidente dirigido por Hugo Chávez, fundador del movimiento y que resultaba interminable cada semana. Era su forma propagandística de dominación y control.

¿Qué pasa ahora en el 2023 en la industria de los medios de comunicación venezolanos?

Un poco de contexto. Giovanni Sartori, el afamado profesor y sociólogo italiano en su obra el Homo Videns, la sociedad teledirigida, realiza una detallada explicación de la influencia de la televisión en el desarrollo del ser humano desde que es pequeño hasta su madurez, y explica la dependencia que provoca este aparato en nuestras vidas.

Sartori va más allá y declara con firmeza:  “El homo Sapiens se fundamenta en el lenguaje y en la escritura y al estar expuesto de manera continua a la imagen, se convierte en homo videns, el cual es incapaz de desarrollar procesos cognitivos”.

La tesis Sartorio se ha convertido en toda una realidad, dado que algunos países sabedores del efecto dominante que ejerce la televisión, se han apropiado de ella para ejercer un control social.

Lo cierto, es que, desde tiempos de Hugo Chávez, Venezuela, ha experimentado la creación de un periodismo comunitario que afecta directamente a la cultura que tiene como resultado el espectro de que, de diecinueve canales de televisión abiertos, solo ocho son de propiedad privada. La TV en ese país sigue siendo el medio masivo por excelencia y no escapa esta realidad al resto de Latinoamérica, razón por la cual los intereses políticos en el medio crecen y son utilizados para enfocar en sus temáticas gubernamentales alejando a la gente de lo que pasa en las calles. En una palabra, si los medios son censurados los ciudadanos venezolanos quedan aislados.

Un ejemplo de lo anterior, lo tenemos en el canal Globovisión en donde algunos de sus periodistas realizaron investigaciones entre ellas las aventuras del Príncipe Harry y Megan Markle lo cual resultaba de interés para los televidentes. Este canal era excepcional, pues realizaba buenos reportajes, pero… siempre hay un pero, tenía una cobertura crítica al gobierno y sin más, fue multado por dos millones de dólares al hacer una cobertura de un motín carcelario a decir de Carlos Correa, director de la ONG, Espacio Público.

Florantonia Singer, que en Venezuela ha realizado apropiadas investigaciones sobre el tema, nos revela que, pese a que las cadenas televisivas realizan esfuerzos por reactivar la producción, el presidente Maduro ha estrenado un programa de nombre CON MADURO MÁS…  quien lee noticias acompañado de dos jóvenes conductoras.

Reflexione usted sobre lo que algunos gobiernos hacen para poder ejercer un control social y propagar sus ideas de manera directa.

Nos encontraremos más adelante.

Federico torres López.