Facebook se enfrenta a la mayor crisis de comunicación de su historia, debido a la fuga masiva de datos de los usuarios de la red social. El escĆ”ndalo, del que se han hecho eco principalmente los medios The New York Times y The Observer, revela como la compaƱĆa Cambridge Analytica recopiló datos de al menos 50 millones de personas sin el consentimiento de las mismas.
La compaƱĆa se hizo con los datos de los usuarios a travĆ©s de la aplicación āthisisyourdigitallifeā, a la que se accedĆa a travĆ©s de las credenciales de Facebook. Cambridg Analytica, junto con la empresa Global Science Research, en manos del profesor de Cambridge y cerebro de la aplicación, Aksandr Kogan, pagaron a cientos de miles de usuarios para hacer tests de personalidad. Fue asĆ como las compaƱĆas recopilaron toda la información.
¿Qué pasa con la información que publicas en Facebook? Y mÔs importante: ¿quién es responsable por la manera como se utilizan esos datos personales?
Ahora Facebook se encuentra bajo una gran presión para responder estas preguntas āpeor aĆŗnādespuĆ©s de que admitiera que una compaƱĆa vinculada a la campaƱa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, accedió y almacenó indebidamente una enorme cantidad de información de sus usuarios.
Facebook no ha podio sacudirse de las dudas que pesan sobre el papel que desempeñó en las elecciones presidenciales de 2016.
Su presidente ejecutivo, Mark Zuckerberg, expresó inicialmente su escepticismo frente a que la plataforma se habrĆa utilizado para influir a los electores. Sin embargo, una serie de revelaciones acerca de la intromisión rusa llevó a que la compaƱĆa hiciera grandes cambios durante los Ćŗltimos meses.
AdemĆ”s de miles de cuentas cerradas, estĆ” la acción colectiva que se presentó en San Francisco por parte de inversionistas que se sienten engaƱados por la empresa. Para comenzar, en sólo dos dĆas Facebook perdió mĆ”s de 50 mil millones de dólares de valor de mercado.
El daño a la reputación de Facebook no es menor. Independientemente de cómo se resuelva este asunto y de las pérdidas económicas que esto conlleve, este asunto marcarÔ un parteaguas en la historia de la empresa y de las redes sociales, que han dejado ver que sirven para que alguien (un ente al que no ponemos nombre) nos conozca y saque partido económico de ello. Es una afirmación que estÔ en boca de todos.