Escuchar un audiolibro titulado precisamente Amistad me llevó no solo a reflexionar sobre este vínculo como experiencia humana, sino también a observar cómo ha cambiado nuestra relación con la lectura en esta era digital. ¿Qué ganamos —y qué perdemos— al leer en pantalla o al escuchar un libro, en lugar de hojearlo en papel?
Esta colaboración aborda dos ejes principales:
- La evolución de los formatos de lectura en la actualidad.
- El valor simbólico y afectivo que la literatura sobre la amistad conserva, más allá del medio.
Leer con los oídos: la experiencia del audiolibro
El auge de los audiolibros representa uno de los cambios más significativos en la forma en que accedemos a la literatura. Su crecimiento responde a una sociedad que busca flexibilidad y movilidad en su consumo cultural. Escuchar un libro permite realizar otras tareas al mismo tiempo, reduce la fatiga visual y favorece la inclusión de personas con discapacidad visual o dificultades lectoras.
En nuestro caso, escuchamos libros durante nuestras caminatas matutinas; hemos logrado escuchar más libros en un mes que los que podíamos haber leído en tres. Sin embargo, esta experiencia también conlleva retos cognitivos: la comprensión y retención del contenido puede verse afectada si no se presta atención plena. Además, la imposibilidad de subrayar, anotar o volver fácilmente a un pasaje puede alejar al lector más tradicional. El subrayado nos ha ofrecido históricamente la oportunidad de cimentar ideas y regresar a ellas cuando lo necesitamos.
Entre lo impreso y lo digital
El debate entre los libros impresos y los digitales ha sido ampliamente documentado. Mientras los impresos siguen siendo valorados por su dimensión sensorial y emocional, los digitales destacan por su portabilidad, accesibilidad y menor costo (aunque hoy en día el precio entre un audiolibro y un impreso es casi equivalente). En la imagen siguiente presentamos las ventajas de cada formato.
Cada formato tiene su lugar. La elección entre uno u otro no debe entenderse como una disyuntiva excluyente, sino como una decisión contextual y personal. Muchos lectores hoy combinamos distintos formatos para disfrutar de la literatura según nuestro ritmo de vida y estado de ánimo.
La amistad como tema literario y vínculo humano
El audiolibro que inspiró esta reflexión aborda un tema universal: la amistad, una de las emociones más representadas en la literatura desde las obras de Dostoievski hasta Las aventuras de Tom Sawyer. Escuchar estas historias en voz de otro otorga una dimensión cercana, cálida y emocional, casi como si alguien querido nos compartiera un recuerdo; Maxime cuando la voz es del autor, como es el caso de Amistad, libro al que nos referiremos a continuación.
En Amistad, libro escrito por el neurocientífico Mariano Sigman junto con el escritor Jacobo Bergareche, se exploran los mecanismos de un sentimiento activo y poco estudiado: la amistad.
Durante cinco días, ambos autores convocaron a 75 personas de distintas edades, actividades y orígenes que compartieron cómo irrumpía la amistad en sus vidas. Ese es el núcleo de esta obra literaria, que además enlaza citas literarias, deliberaciones personales y conclusiones de investigaciones científicas.
El audiolibro aborda temas como el amigo adulador, la amistad por utilidad o placer, la tolerancia entre amigos, el abandono, los amigos ficticios de la infancia, e incluso reflexiona sobre el nombre que te dan tus padres y el sobrenombre que te dan los amigos. También distingue dos dimensiones fundamentales: el ser y el estar como amigo, es decir, la esencia y la presencia.
La amistad literaria no solo se manifiesta en los personajes, sino también en el lazo entre lector, autor y narrador. Escuchar, en este caso, no significa solo consumir: significa compartir una experiencia íntima, conectarse con la voz del otro y, muchas veces, reencontrarse con uno mismo.
Tendencias y cifras: la lectura en transformación
Las cifras respaldan esta transformación. Según el INEGI, en 2024 el 26% de los lectores en México optó por el formato digital, mientras que el 41.8% prefiere el impreso. Por su parte, una encuesta de Consulta Mitofsky reveló que el 51.3% de los encuestados había escuchado algún audiolibro.
El mercado global también refleja esta expansión: se estima que para 2034 la industria de audiolibros alcanzará un valor de 17.96 mil millones de dólares, con una tasa de crecimiento anual de 12.8%.
En este contexto, la industria editorial enfrenta grandes desafíos:
- Equilibrar la producción en múltiples formatos.
- Proteger los derechos de autor en el entorno digital.
- Fomentar el hábito lector en las nuevas generaciones.
Un buen ejemplo es Librotea, de Rebeca Márquez (25.12.2024), una propuesta para reconectar emocionalmente con la lectura desde los afectos y la comunidad lectora.
Referencias y enlaces sugeridos
- INEGI – Módulo de Lectura 2024
- Consulta Mitofsky – Hábitos de lectura en México
- Informe sobre el mercado de audiolibros 2025–2034 – Market Research Future
- UNAM – Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial
Desenlace: leer, escuchar, sentir.
“En tiempos de pantallas y auriculares, la amistad y la literatura siguen siendo refugios donde el alma se reconoce y se abraza.”
La literatura de la amistad —y la amistad a través de la literatura— siguen vivas en cualquiera de sus formas. Ya sea al pasar las páginas de un libro antiguo, deslizar el dedo por una pantalla, o dejarse envolver por una voz que narra, la lectura sigue ofreciéndonos encuentros transformadores con nosotros mismos y con los otros.
La elección del formato es secundaria frente al objetivo esencial: seguir leyendo, escuchando, compartiendo historias. Porque, al final, la verdadera amistad —como la literatura— es aquella que nos acompaña, nos transforma y nos hace mejores.
Nota: Contenido elaborado con apoyo de ChatGPT, el texto fue examinado gramatical y ortográficamente con Language Tools y verificado con GPTZero