Desde hace algunos meses hablamos de la posibilidad de que la BBC busca la forma de incursionar en el mercado de streaming de contenidos a través de una plataforma de pga.

Esta semana se hizo oficial en un cambio de su política interna en la distribución y acceso de contenidos de la cadena de medios pública. Ahora, los usuarios deberán pagar por una licencia anual para acceder al servicio BBC iPlayer, a cuyo contenido catch up se podía acceder antes sin costo alguno.

Esto quiere decir que desde el pasado jueves lo usuarios deberán corroborar que son poseedores de una licencia. De acuerdo con la BBC, esto no afectará a la mayoría de los hogares, pues alrededor del 94 por ciento cuenta con una licencia.

Sin embargo, según otros medios como The Guardian señalan que afectará principalmente a estudiantes y a los usuarios de la generación millennial, pues son más adeptos a consumir contenidos a través de dispositivos móviles como smartphones, tablets, y computadoras portátiles.

Entonces, ¿para qué hicieron este cambio? Según información de la Ofcom (The Office of Communications), existía un vacío legal en el que alrededor de 500 mil usuarios con acceso a BBC iPlayer, pero con los cambios en la legislación ya no existirá un hueco para usuarios sin derecho a acceso.

Esta medida, según medios británicos, es para impedir que “usuarios no autorizados” tengan acceso a los contenidos que la cadena pública distribuye en la plataforma digital. Aunque no han dado información clara sobre cómo se identificará a los “usuarios pirata”.

Cabe destacar que BBC iPlayer comenzó a operar en 2007, y la legislación sobre licencias de contenidos era de 2003, por lo que no estaba cubierta una plataforma como esta. ¿Qué es? Básicamente es un servicio de televisión catch-up donde se pueden ver contenidos en vivo y on demand a través de dispositivos como smartphones, tablets, computadoras y smart TV.

Desde su lanzamiento, los contenidos de BBC iPlayer han sido vistos por cerca de 25 millones de usuarios, de los cuales, el 11 por ciento fue por contenidos en vivo, destacando el partido entre Inglaterra y Gales en la pasada Euro 2016 que tuvo 2,8 millones de espectadores.

Este podría ser el primer paso por desarrollar su plataforma streaming propia ya que desde hace meses se habla de esta posibilidad, una forma de adaptarse a los cambios de los hábitos de las audiencias que ahora se encaminan hacia plataformas como Netflix, Amazon Prime y HBO GO.

Poder segmentar (o separar) a usuarios que pueden ver un contenido “prime” como transmisiones en vivo o programas de gran producción podría encaminarlo a un servicio premium on demand, similar a la de otras plataformas.

Actualmente las audiencias cambian su preferencia de la televisión convencional por las plataformas de streaming. Tan sólo en Estados Unidos, servicios como Netflix, HBO Go, Amazon TV son la primera opción para ver contenidos para el 52 por ciento de los usuarios, según un estudio de la empresa de electrónica de consumo Mohu.