México.- Gran sorpresa y revuelo causó este martes la renuncia del polémico Joseph Blatter a la presidencia de la FIFA. Se va en medio de una grave crisis de imagen del organismo que dirigió desde 1998.

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Blatter ingresó a la FIFA en 1975 como director de desarrollo y en sólo seis años se convirtió en Secretario del Organismo. En 1998 tomó el lugar de Joao Havelange como presidente y desde entonces Blatter mantuvo el puesto tras reelegirse en cinco ocasiones.

La primera vez que Sepp Blatter se vio señalado en un conflicto de sobornos y corrupción fue en 2002, cuando compitió para reelegirse por primera vez. En ese entonces surgieron informes de algunas confederaciones de futbol sobre ofertas monetarias para votar por el suizo. De ahi en adelante la FIFA comenzó a dejar de ser sinónimo de “Fair Play”,

Tras década y media de mandato, la FIFA de Blatter se convirtió en símbolo de corrupción y sobornos en favor de organizadores y marcas. Aún se investigan posibles casos de dinero malhabido en los contratos de los uniformes entre selecciones nacionales y marcas deportivas.

Además de las investigaciones sobre corrupción y sobornos, uno de los casos que marcará la “era Blatter” es la elección de Qatar como sede de la Copa Mundial de 2022. Será el país más pequeño en realizar un Mundial y por las condiciones climáticas del país de Medio Oriente es probable que se cambie la fecha de los juegos y no sean en verano sino en invierno, algo que forzaría a las ligas de prácticamente todo el mundo a cambiar sus calendarios.

La idea de realizar un Mundial en un país árabe fue aprobada por Joseph Blatter desde 2010, pero la decisión no ha sido vista con agrado por los defensores de los derechos humanos debido a que en Qatar está prohibida la homosexualidad. Además el consumo de alcohol está altamente regulado por las leyes musulmanas, algo que definitivamente afectaría la decisión de los turistas que asisten a los mundiales a divertirse con desenfreno.

Joseph Blatter convirtió al futbol organizado a nivel mundial en una industria multimillonaria con ayuda de grandes marcas como Visa, Coca-Cola, McDonald’s, Adidas y Nike y transformó la forma en la que vemos los mundiales al vender transmisiones exclusivas a servicios como Sky.

Entre los aportes no controversiales de Blatter destacan la consolidación de la Copa Confederaciones como un torneo que se realiza cada cuatro años y sirve como preparación para la Copa del Mundo en el aspecto operativo de los países organizadores.

Apenas el viernes pasado, tras su quinta reelección, Blatter anunciaba un futuro promisorio para la FIFA y los grandes patrocinadores que le exigieron mayor transparencia en el organismo. Hoy Blatter se va por la puerta trasera y le deja a su sucesor la tarea de limpiar la imagen de la principal organización de futbol en el planeta.

Imagen: Twitter