• El punto central es que no tengas que dar una idea ya finalizada, ni que todas se vayan a utilizar.

• Una forma de sacarnos de la zona de confort es dejar que lo que se nos ocurra fluya de nuestro cerebro al papel.

• El bloqueo se da casi siempre por estar metidos en una serie de reglas por muchos meses.

Se le conoce como “brainstorming”, cuya traducción más literal al español sería “tormenta cerebral”. Se le llama lluvia de ideas y se trata de un método por el cual se pueden generar nuevos procesos, a partir de una serie de palabras que salen sin pensar demasiado. Normalmente se realiza en un grupo de varias personas, quienes trabajan sobre un problema o un tema específico. ¿Qué hacer con el planteamiento?, es la pregunta inicial y la regla es dar conceptos que no estén sobrenalizados, en un ambiente relajado. A partir de aquí, por medio de la charla y sugerencias, van tomando forma las soluciones buscadas.

Se atribuye la invención de esta técnica de trabajo a Alex Osborne en 1941. Él se percató de cómo la interacción de un grupo sin una estructura formal, era capaz de generar más y mejores ideas. El método implica casi soltar lo primero que se te venga a la mente, es un juego casi psicológico que saca la creatividad con un equilibrio entre la mente y el corazón. El punto central es que no tengas que dar una idea ya finalizada, ni tampoco que todas las ideas se vayan a utilizar, sino que, en muchos casos, algunas se desechen y otras se complementen, todo de una manera más orgánica y fluida.

Cantidad para la calidad

La lluvia de ideas puede ser una gran herramienta de trabajo, sobre todo para los bloqueos. Es importante fomentar la creatividad en todos los equipos de trabajo y este método es ideal para ello. A veces nos encontramos tan sumergidos en reglas y rutinas que ya conocemos demasiado bien y hacemos en automático. Una forma de sacarnos de esta zona de confort es simplemente dejar que lo que se nos ocurra fluya de nuestro cerebro a la boca o el papel, sin demasiados filtros en su camino.

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Algunos consideran que no existe un mejor método para crear nuevas ideas, cuando parece que ya no hay más. Es una forma de demostrar que la mente nunca deja de trabajar, sin importar nada, pues, contrario a la creencia de muchos, la creatividad no discrimina y todos somos capaces de fomentarla. A veces sólo falta el estímulo adecuado y saber que nos encontramos en un ambiente abierto que puede aceptarlo todo, nos relaja para soltar el potencial que llevamos dentro.

Ver hacia otros ángulos

El bloqueo se da casi siempre por estar metidos en una serie de reglas por muchos meses, tal vez hasta años. Este ambiente es perfecto para estancar la creatividad y romper con la rutina es la solución que desempolva la librería  que llevamos en el cerebro. La lluvia de ideas también da lugar al momento mágico en que las ideas de varias personas se complementan entre sí. Algo que dijo alguien de pronto adquiere otro sentido para alguien más y así vamos construyendo entre todos.

Ver hacia nuevos ángulos es la forma en que todo proyecto crece. Las áreas de oportunidad a veces parece que se esconden. Si en tu trabajo no tienen esta dinámica, ¿por qué no propones que se realice cada cierto tiempo? Puede ser una gran idea.