La llegada del invierno a Europa en medio de la crisis energética porque la guerra en Ucrania amenaza con dejar sin gas suficiente al continente, ha llevado a las autoridades del continente a tomar una determinación: ampliar las ventajas a las inversiones catalogadas como “verdes” a las vinculadas al gas y la energía nuclear.
Ante ese escenario, Greenpeace y otras ONG vinculadas a la defensa del medio ambiente han lanzado una serie de acciones legales contra la Comisión Europea.
Las ONG dicen que la UE ha violado sus propias normas sobre el clima, debido a las altas emisiones de gases de efecto invernadero generadas por las centrales eléctricas que funcionan a gas.
En la denuncia, aseguran que la decisión de Europa hace que se corra el riesgo de que las empresas desvíen sus inversiones hacia los combustibles fósiles y no hacia energías renovables.
Además de Greenpeace, hay denuncias de grupos ecologistas como WWF, Amigos de la Tierra de Alemania, Transport-&-Environment y Client Earth, en estos tres últimos casos, la denuncia apunta sólo al gas.
Greenpeace contra el gas
El núcleo del problema es la “taxonomía” de la UE, un reglamento que establece cuales inversiones pueden etiquetarse como respetuosas con el medioambiente y cuáles no.
La normativa está diseñada para orientar a los inversionistas hacia proyectos “verdes” que ayuden a cumplir el objetivo de reducir las emisiones del bloque.
La denuncia contiene una amenaza: si la Comisión no restablece la normativa a como estaba, los grupos ecologistas dicen que recurrirán al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
En un comunicado firmado por Ariadna Rodrigo, de Greenpeace Europa, la ONG dice que se trata de una “etiqueta verde falsa” que es “incompatible con las leyes ambientales y climáticas de la UE”.
“El gas es una de las principales causas del caos climático y económico, mientras que todavía no existe una solución al problema de los desechos radiactivos nucleares y el riesgo de accidentes nucleares es demasiado importante como para ignorarlo”, agrega.
Greenpeace también dice: “Nos indigna que las mismas personas que causaron la crisis climática y energética, sean las que se benefician de ella, mientras la gente sufre”. Y finaliza: “La Comisión Europea tiene un papel en esto, se ensució las manos etiquetando como verde al gas y a la energía nuclear. Todo esto tiene motivaciones políticas”.
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