Este martes el Instituto Nacional de EstadĆstica y GeografĆa (Inegi) dio a conocer el Ćndice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de los primeros 15 dĆas de enero.
De acuerdo con esta medición, el indicador repuntó 1.51 por ciento en ese periodo, lo cual, sumado con su desarrollo a lo largo del año, llevó la tasa anual de inflación al 4.78 por ciento.
Esto se debe en gran medida a que a comienzos del aƱo, junto con el aumento en el precio de la gasolina, se vieron alzas en los costos del gas y la electricidad.
El anĆ”lisis del diario El Universal afirma que esta alza es la mayor que se ha registrado desde septiembre de 2012, lo cual anticipa una ācuesta de eneroā que puede afectar los hĆ”bitos de consumo de la población durante los siguientes meses.
Según el Inegi, durante el mismo periodo de 2016 la inflación creció un 0.03 por ciento, lo cual llevó a la tasa anual de ese entonces a sumar un crecimiento de 2.48 por ciento.
Aunado a estas alzas, se debe también tener en cuenta las afectaciones que la cotización del dólar ya ha provocado en el consumo interno.
Al respecto, ya se ha anticipado que el sector retail puede ser uno de los mÔs afectados, debido a que una gran parte de sus insumos son comprados en la moneda estadounidense. Esta situación anticipa que algunos bienes, e incluso alimentos, registren un alza en sus precios.
Hace algunos dĆas, un estudio de la Facultad de EconomĆa de la UNAM registró que ante la inflación que se ha registrado en los precios desde 2013, el poder adquisitivo de los mexicanos ha disminuido en un 11.1 por ciento.
Sin embargo, ante la posibilidad de que la liberalización en el precio de las gasolinas y el gas provoque un nuevo aumento en sus precios, es muy posible que este indicador se vea aún mÔs mermado.