Internacional.- La última edición de los Oscar no sólo sirvió para demostrar el poder de los selfies y el real time marketing, sino para que Edgar Martirosyan, el repartidor de pizzas visto por millones mientras entregaba su mercancía a actores como Brad Pitt y Meryl Streep, aproveche su efímera fama para montar su propio restaurante.

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El local, que abrirá en Los Angeles junto a su hermano el próximo mes, ha sido producto del impulso que le ha dado a Martirosyan, no sólo la noche de los Oscars, sino la invitación que le hiciese Ellen DeGeneres a su programa, donde le dio una propina de 1.000 dólares.

La pizzería, que se llamará Wood y estará ubicada en Sunset Boulevard basara su menú en pizzas estilo napolitanas y ensaladas, cuyos ingredientes serán en su mayoría importados desde Italia y aunque no se trata de la primera experiencia de los hermanos Martirosyan al frente de un negocio de este estilo, pues ya regentan una franquicia de Big Mama’s & Papa’s Pizzeria, en esta ocasión el negocio es completamente creado por ellos gracias a la fama obtenida durante esos importantes segundos en los que apareció  en la gala de premiación.