Santiago, Chile.- El contenido como base para una buena campaña de marketing digital resulta fundamental y cuando hablamos de “contenido” generalmente pensamos en el producto, sus características, las ventajas con respecto a la competencia y noticias de la propia industria. Sin embargo, también sabemos que eso no es suficiente. ¿Por qué alguien que requiere uno o dos de nuestros productos estaría interesado en seguir a nuestras cuentas en redes sociales para recibir un bombardeo de información sobre la empresa? Una o dos cosas bastan y ¿el resto?

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Se supone que al compartir una amistad en redes sociales, buscamos revisar varios tipos de contenido y, de acuerdo a innumerables investigaciones a nivel sociológico y a la experiencia, sabemos que el ser humano necesita emociones. En ese contexto resulta bueno recordar qué nos motiva cómo especie.

La emoción per se. Historias reales que nos conmuevan: el niño salvado por su perro, el cuervo que recoge la basura en la plaza, el chico con alguna discapacidad que se esfuerza por mejorar su calidad de vida, etc. Eso gusta, emociona y es compartido.

Notas de pensamiento. Las frases para el bronce pueden ser una obviedad, pero a todos nos llega más de alguna. La identificación, el sentir que no estamos solos en el mundo pensando algo, nos emociona y nos conecta con el emisor del mensaje aunque éste no sea el autor.

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La ironía en frases cortas. La ironía puede ser una forma de agresividad, pero cuando se toma por el lado humorístico,  suele ser un elemento de catarsis para quien se está sintiendo de tal o cual manera. Agregar una dosis de humor irónico genera más shares de lo que te puedas imaginar.

Ahora, todo esto no significa dejar de hacer promoción de la marca y dedicarse a las frases y bromas, sino que es recomendable alternar contenido complementario con la información base, de tal forma que los seguidores se sientan más cercanos y no sólo objeto de deseo económico.