La polĂtica contemporánea vive atrapada en la encrucijada de la polarizaciĂłn. Esta bifurcaciĂłn de preferencias y posturas genera frustraciĂłn, y sobre todo desconfianza pĂşblica. Un paĂs no podrá ser fuerte, generar valor agregado y generar sentido de pertenencia, si le falta unidad y un mensaje comĂşn. La divisiĂłn pulveriza. La suma armoniza.
Empecemos por definir el concepto de ideologĂa que en sentido llano viene a ser el -¨Exceso de la PolĂtica,¨…- dirĂa Jason Blakely, que  suele crear significados que no se diferencian de otros productos culturales comprensibles solo tras una interpretaciĂłn minuciosa.
Cuando un gobierno se vuelve rehĂ©n de su propia ideologĂa, corre el riesgo de cerrarse al diálogo, ignorar datos y rechazar polĂticas Ăştiles en vez de buscar soluciones efectivas basadas en evidencias concretas y visibles a los ojos de los verdaderos jefes de un paĂs… los ciudadanos.
Al adentrarnos en la parte de la comunicaciĂłn, aspecto importante que privilegiamos en este medio, observamos que los gobiernos con marcada ideologĂa generan  narrativas potentes y sĂmbolos comunes, tal y como apuntábamos lĂneas arriba,  que en la mayorĂa de las veces producen acciones ineficaces.
Debido a lo anterior aparece una desconexión con las necesidades reales, un descontento social y una crisis de confianza institucional que muchas veces llevan a los estados a fallar.
Estados fallidos suelen llamárseles.
Lo relevante del tema de esta semana es dejar en claro que los gobiernos que privilegian las ideologĂas populistas no deben usar a la sociedad, o al pueblo, asĂ le nombran, como un instrumento para legitimar su visiĂłn del mundo. La polĂtica es solo servicio y debe poner en su eje a la persona, el verdadero objeto de la comunicaciĂłn polĂtica y la acciĂłn gubernamental.
Tomemos como ejemplo a  Dinamarca, que junto con Canadá, combinan distintas ideas ideolĂłgicas pero que tienen una fuerte vocaciĂłn de servicio con resultados exitosos mismos que son medibles y abarcan los grandes temas como son la educaciĂłn, la salud, la economĂa y la transparencia administrativa.Â
En cambio, en sentido contrario, mal circulan,  paĂses como Venezuela o HungrĂa que viven atrapados en una visiĂłn ideolĂłgica carente de resultados que provocan zozobra y limitaciones a sus pobladores.
¿ Qué alternativas existen ante este contexto?
- Aspirar a gobiernos centrados en mostrar evidencias claras de su trabajo que a su vez produzcan polĂticas pĂşblicas asequibles.
- Propiciar que existan instituciones autónomas que midan resultados sin sesgo ideológico.
- Sin embargo, lo más importante, es fortalecer a la sociedad que debe exigir, a su vez, más hechos que relatos.
El ciudadano como fin.
Nos encontraremos más adelante.
Federico Torres LĂłpez.