Por Brigitte Seumenicht
Twitter: @seumenicht

Flores, globos, peluches, alegría, besos y abrazos inundan las calles de la ciudad el día de San Valentín. Un día en el cual parejas, enamorados y amigos no escatiman en demostrar el cariño y amor que se tienen a través de detalles y regalos.

Es así como la mercadotecnia hace gala de su aparición y aprovecha esta celebración tradicional para vender y comercializar todo tipo de productos y servicios. De un día a otro los precios de productos como flores y globos suben considerablemente y esto lo saben aprovechar muy bien los comercios. A su vez, las salidas a comer ó cenar en un restaurante se ha convertido en parte del ritual del día de San Valentín.

Dentro de los productos más vendidos en el día de San Valentín siguen a la cabeza las flores, las tarjetas, los chocolates y dulces, los peluches, los perfumes, las joyas, lencería y corbatas, las serenatas y los viajes. Este año seguramente veremos posicionarse en la lista con gran fuerza todo tipo de “gadgets” y artículos electrónicos ó de tecnología, así como accesorios de moda y de belleza para mujeres y hombres. Lo que es un hecho es que muchas personas acudirán al Internet para asesorarse, buscar, analizar e incluso realizar sus compras en este día. Lo cual representa sin lugar a duda una gran oportunidad para los comerciantes.

Ahora bien no todo el día de San Valentín es “miel sobre hojuelas” ya que muchas personas confiesan sentirse un tanto “obligadas” a festejar el día de San Valentín y hacerlo únicamente porque a sus amigos  ó su pareja les gusta. Otras tantas confiesan sentirse objetos de la mercadotecnia y por lo tanto no contemplan dentro de sus planes celebrar esta ocasión.

Si bien es cierto que la mercadotecnia aprovecha este día para vender más, algunos comercios duplican sus precios y muchos otros buscan hasta lo imposible para vender todo aquello que algún enamorado esté dispuesto a comprar y por supuesto a pagar. Lamentablemente hemos perdido el valor de lo verdaderamente y terminamos otorgándole el poder a las cosas materiales.

Me parece que sea cual sea nuestra postura hacia el día de San Valentín debemos siempre buscar la ocasión de demostrar a las personas que queremos nuestro aprecio y cariño. Hay muchas formas de hacerlo sin tener que invertir mucho dinero, incluso si pensamos en detalles ó regalos que nosotros mismos hagamos el valor sentimental será mucho mayor y puede ser más valorado por la persona que lo recibe. Pensemos por ejemplo en el tiempo, los momentos, las experiencias, las palabras que podemos regalar este día.

Antoine de Saint-Exupery, autor de la famosa obra El Principito, decía: “El amor es lo único que crece cuando se reparte”. Yo digo que nunca está de más recibir una bonita nota de agradecimiento, una tarjeta hecha a mano, un video con fotografías de momentos compartidos, una rica cena preparada en casa, una llamada telefónica para decir “te quiero” ó “eres especial para mi por…” ó incluso un vale por un día de mucha risa y felicidad. Ideas hay miles solo es cuestión de echar a andar nuestra creatividad e imaginación. Recordemos que el valor no está en lo que cuestan las cosas más bien el valor radica en la intención de dar y demostrar; y que no importa tanto la ocasión ni el momento siempre y cuando lo hagamos especial.

Besos azules