En el terreno de la publicidad y las relaciones públicas, la participación en un pitch es crucial para el desarrollo del negocio. Por lo que el proceso de presentar los antecedentes y fortalezas de una agencia o una propuesta para una campaña o proyecto, jamás debe de convertirse en un hábito, por más experiencia que se tenga en la profesión.

Esto toma especial relevancia, ya que muchos de los conceptos, características y argumentos que exponen las agencias, pueden parecer similares o por la manera en que son manifestados, no establecer una diferenciación notable. Es por eso que siempre hay que dedicar el mejor esfuerzo posible cada vez que se participa en un proceso de selección de agencia.

La estructura de un pitch está integrada por dos elementos determinantes: uno son las personas que participan en la presentación y el otro, el fondo y forma de la propia presentación. Cada uno de estos compuestos es capaz de definir el carácter y el futuro de una agencia, así que todos los aspectos deben de ser impecables, incluyendo el ingrediente estético.

El aspecto visual toma una enorme relevancia en una presentación, y puede ser el argumento que marque la diferencia en una decisión de negocio. Ya sea un pitch, una conferencia o una presentación, la agencia está comunicando su nivel de experiencia, su talento, su profesionalismo, su ética, su creatividad y si el estándar visual es pobre, la audiencia asumirá que todo los demás también lo es.

Para lograr una presentación de impacto, hay que prepararse bien. Desde el proceso de investigación y análisis, así como la selección de contenidos y apoyos visuales. El empaque es un elemento invariablemente relevante y memorable en un producto. Y para lograr que este producto resulte atractivo, hay que hacer la tarea.

Es elemental que conocer a la audiencia; quiénes estarán presentes, que niveles jerárquicos tienen en la organización, cuál es su especialidad profesional, que tanto conocimiento tienen sobre aquello que se va a exponer y con ello poder establecer el tono, el lenguaje y el formato de la presentación.

Para la mayoría de los seres humanos, hablar frente al público resulta un asunto dificultoso y genera nerviosismo. Pero esto puede ser superado cuando se llega bien preparado, se conocen perfectamente los temas y se ha ensayado previamente, tratando de dominar todos los recursos con que se cuenta, empezando por el conocimiento y la capacidad de expresarse con todo su cuerpo. Desde la presentación física y la gesticulación, así como la capacidad de saber utilizar el enorme valor que tiene la voz, un recurso muy poderoso que puede marcar una enorme diferencia en el ritmo de la presentación y el nivel de atención de los presentes.

Los documentos a exponerse deben de ser impecables, en su diseño, su gramática y su ortografía, sin “errores de dedo”, correcta utilización de términos, títulos, nombres y marcas. Por ello se exige una profunda revisión de los materiales. Es muy común que quienes participan en la creación de una propuesta, pongan toda la atención en un principio y esta decaiga en la conclusión del mismo.

Pero ¿por qué el diseño de la presentación resulta extremadamente importante?

Primero, porque es una gran oportunidad para dar a conocer las capacidades. Puede que seas una agencia líder y con amplia experiencia, pero si no eres capaz de provocar una gran impresión en la forma de presentar, posiblemente no se consiga el cometido. Si, el juicio puede ser así de superficial.

Integrar una presentación equilibrada, impactante, con visuales atractivos y memorables, contribuirán a destacar los atributos de la agencia, además de ser mejor recordado y posiblemente funcione como un diferenciador entre el resto de los participantes.

Otro punto, es porque una presentación implica el procesar una gran cantidad de información en un formato limitado por el tiempo y el espacio. Hay que ser capaz de desplegarla de una manera sucinta y breve, en lo posible y que despierte la atención de los participantes. Una presentación bien diseñada es capaz de contar una historia, influir en las personas y permitir que la información sea más fácil de digerir.

Y finalmente, porque un pitch siempre trasciende mucho más allá de las cuatro paredes de donde fue expuesto. Los comentarios se esparcen, las personas cambian de posiciones y lugares, las empresas se comunican entre sí y para bien o para mal, sus comentarios tendrán una influencia de peso en la imagen y la reputación de la agencia, por ende, la factibilidad de volver a ser convocados a un nuevo pitch.