Hay campañas que hacen ruido. Otras, que realmente hacen marketing. Y luego están las que, como la de Walmart este Hot Sale 2025, logran cambiar la conversación, posicionarse como líderes en ejecución y marcarle el paso a todos los demás. Este año, Walmart no solo fue competitivo: fue dominante.
No porque tengamos ya los números en la mano (aún no los hay), sino porque fue la marca más consistente a nivel creatividad, omnicanalidad y estrategia cruzada.
Todo empezó unos días antes del arranque oficial, con una “preventa insuperable” que calentó motores desde el 26 de mayo. Desde ahí, Walmart tomó la delantera: integró medios propios, bonificaciones bancarias, la app Cashi, tiendas físicas y su e-commerce como si fueran un solo músculo.
Mientras muchos retailers todavía gestionan el físico y el digital como si fueran primos lejanos, Walmart los trató como uno mismo. Y eso, en una campaña como el Hot Sale, hace toda la diferencia.
Lo verdaderamente brillante, sin embargo, fue el terreno creativo. Mientras Soriana sacaba de nuevo a Julio Regalado como cada año -un clásico que ya empieza a sentirse como eterno regreso a clases-, en redes sociales empezó a circular la idea de que el mismísimo Julio andaba comprando en Walmart.
Memes, comentarios, historias, incluso Tiktoks alimentaban la narrativa. Y si fue espontáneo o sembrado con mano de estratega, no importa: se sintió verdadero y se volvió conversación. Walmart ganó la percepción.
Chedraui apostó por una estrategia más de fuerza bruta: descuentos agresivos, banners por todos lados, precios gigantes en cada esquina de su comunicación. La intención era clara: competir en precio. Pero el problema -uno que muchos retailers todavía no terminan de resolver- es que la ejecución digital aún se siente torpe. Tienes la oferta, sí, pero no la experiencia. Y eso, hoy, pesa mucho más de lo que creen.
Es la vieja escuela del hardsell: gritar precios y esperar que eso baste para vender. Pero todos sabemos que eso ya no alcanza. Hoy no se vende el producto, se vende lo que vas a vivir con el producto.
No vendes una bocina: vendes el picnic con amigos, la tarde en la playa, el asado del domingo. No vendes una pantalla: vendes la noche de pelis, la final con chelas, el primer FIFA con tu hijo. El consumidor ya no conecta con el precio. Conecta con la historia que el producto le promete y si de ahí ofreces un buen precio, pues es un gol asegurado.
Y ahí es donde marcas como Chedraui, pese a tener buenas intenciones, siguen compitiendo con herramientas de otra época. Mientras Walmart entendió que omnicanalidad no es solo estar en muchos canales, sino hacer que cada canal cuente una parte distinta de una misma historia.
Amazon, como siempre, cumplió. Pero jugó en automático. Su fuerza está en la logística, pero no en la emoción. La experiencia fue correcta, eficiente… pero fría. No conectó como lo hizo Walmart, que se apropió del mood del Hot Sale como si fuera el anfitrión de la fiesta.
Mercado Libre, por su parte, fue -una vez más- el más rápido en logística. Impecable en entregas, puntual, eficiente. Pero fuera de eso, poco más. Su comunicación fue correcta, con una que otra aparición de celebridades, pero sin una narrativa clara o memorable. Estuvo presente, sí, pero no conversó con la audiencia. Fue más producto que campaña. Más ejecución que conexión.
En términos publicitarios, entregaron bien… pero no emocionaron. Y en un contexto como el Hot Sale, donde miles de marcas gritan al mismo tiempo, la memoria colectiva no premia al que entrega más rápido, sino al que se queda más tiempo en la cabeza.
El punto es que mientras todos jugaron su propio juego -o peor aún, el mismo juego de siempre-, Walmart jugó todos los juegos al mismo tiempo. Retail tradicional, experiencia digital, narrativa emocional, plataformas de pago, integración bancaria y creatividad viral.
Y lo más impresionante: lo hizo todo con una consistencia que muy pocos en México pueden siquiera intentar, mucho menos ejecutar bien.
¿Las cifras? Aún no están sobre la mesa. Falta ver cuánto realmente vendió cada uno. El share final se sabrá después, cuando las marcas suelten sus comunicados de victoria. Pero en términos de marketing, de lo que vimos como consumidores, publicistas y estrategas, Walmart fue el jugador más completo del Hot Sale 2025. Y si eso se refleja en las ventas, no solo habrá ganado el momento… habrá ganado el futuro.
Si tú también quieres analizar cómo una marca puede lograr esto —hacer que lo omnicanal se sienta natural, que la creatividad tenga calle y que las promociones sean más que descuentos—, escríbeme. A veces los mejores insights salen de ver quién realmente entendió el juego, y quién solo estaba repitiendo fórmulas viejas.
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