Un número creciente de trabajadores está optando por roles laborales que permiten flexibilidad en los horarios de trabajo.
Este cambio de preferencias se atribuye en gran medida a la creciente adopción del trabajo remoto y la digitalización de los procesos laborales, que han facilitado la posibilidad de desempeñar tareas desde cualquier ubicación y en horarios más adaptables a las necesidades individuales. Además, se destaca que la flexibilidad horaria no solo mejora la satisfacción laboral, sino que también contribuye a una mayor productividad y bienestar general entre los trabajadores.
Según Deloitte, el 54% de los trabajadores favorece esta modalidad debido a la creciente importancia del bienestar. Además, los empleados buscan más autonomía y un mejor equilibrio entre su vida personal y profesional.
En este contexto, la productividad juega un rol crucial. Por un lado, facilita el cumplimiento eficiente de las responsabilidades laborales; por otro, promueve mantener un equilibrio saludable entre ambos ámbitos.
En ese sentido, es necesario que tomes en cuenta los siguientes consejos clave para alcanzar un desempeño óptimo en este estilo de trabajo.
Establece metas y prioridades:
Esto es un aspecto esencial para poder llevar a cabo esta modalidad de trabajo. Un gran tip es definir tus metas bajo la metodología “SMART”, es decir, definir objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo definido. También existen otras como la “AGILE”, la cual está centrada en establecer metas claras y alcanzables de manera colaborativa y flexible, adaptándose continuamente a medida que se obtiene retroalimentación y se avanza en los proyectos. Esto proporciona una dirección clara y ayuda a mantener el enfoque claro y ordenado.
Por otra parte, estas metodologías se pueden complementar con otras como la Matriz de Eisenhower, ya que ayuda a priorizar tareas a partir de 4 cuadrantes: Importante y Urgente, Importante pero no Urgente, Urgente pero no Importante y Ni Importante ni Urgente; o la regla 80/20, en donde un 20% de las tareas/actividades producen el 80% de los resultados. De esta manera podrás optimizar tu trabajo y cumplir con los objetivos que se te han asignado.
Crea una rutina flexible:
Aunque no tengas un horario fijo es útil mantener cierta estructura. Define bloques de tiempo para diferentes tareas según tu ritmo y productividad personal.
Integra métodos de trabajo como el Pomodoro, que consiste en trabajar concentrado en bloques de tiempo no superiores a 25 minutos seguidos de breves descansos de máximo 5 minutos. Esto te ayudará a gestionar mejor tu tiempo y mantener alta la productividad durante tus sesiones de trabajo.
Utiliza herramientas de gestión del tiempo:
Apóyate en aplicaciones y herramientas que te ayuden a organizar tus tareas y proyectos. Esto facilitará que mantengas el control sobre tu trabajo sin depender de un horario estricto.
Las herramientas como calendarios digitales (Google Calendar o Outlook Calendar), listas de tareas (Todoist, Trello, Asana o Microsoft To Do), y aplicaciones de seguimiento de proyectos (Jira, Monday.com o Basecamp) pueden ser especialmente útiles para gestionar tu tiempo de manera efectiva y cumplir con tus objetivos de manera más fluida.
Comunica tus necesidades:
Si trabajas en equipo o para un empleador, comunica claramente tus horarios disponibles y cómo prefieres estructurar tu jornada. Si bien, hay algunas empresas en las que no es viable, en aquellas en las que existe este sistema, la transparencia y la comunicación abierta son clave para mantener la confianza y la eficiencia.
“La transparencia en la comunicación promueve la adaptabilidad y flexibilidad necesarias para ajustar las asignaciones de tareas según las necesidades individuales y colectivas. Al mantener este tipo de comunicación enfocada en tus preferencias, contribuyes al ambiente de trabajo colaborativo donde todos se sienten valorados y pueden trabajar de manera más efectiva hacia metas comunes. Vivir los valores de la compañía también refuerza este compromiso, ya que potencia la motivación y el sentido de pertenencia, aspectos fundamentales para el éxito y la sostenibilidad a largo plazo.”, destaca Tabatha Arredondo, Senior Director de Recursos Humanos de Stori.
Establece límites claros:
Trabajar sin un horario fijo no implica estar disponible en todo momento. Es fundamental definir claramente cuándo estás disponible para el trabajo y cuándo necesitas desconectar para dedicarte a tu vida personal.
Cabe destacar que en México, el marco legal señala que el límite de tiempo de trabajo no puede superar las 8 horas por jornada laboral. A su vez, establecer límites también ayuda a evitar el agotamiento y a mantener un equilibrio saludable entre tus responsabilidades laborales y tu bienestar emocional.