• En México existe un registro de 46 mil 983 taquerías.

• Se estima que dos mil 862 están ubicadas en Ciudad de México.

• También es común encontrarlas en países como Estados Unidos.

La historia de una taquería en Estados Unidos se ha viralizado por lo extraña y peculiar que es. Se trata que el local de comida mexicana llevó un sacerdote para “confesar” a sus empleados, pero todo fue con el objetivo de espiarlos, por lo que recibió una demanda millonaria.

Hablar de taquerías es hacer referencia a México, ya que este se define como un “establecimiento en donde se venden tacos mexicanos”, según datos de la Real Academia Española (RAE).

De acuerdo a datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el país existe un registro de 46 mil 983 taquerías, de las cuales dos mil 862 están en Ciudad de México, tres mil 088 en Jalisco y 970 en Nuevo León.

Asimismo, estos locales de comidas se han vuelto muy comunes en otros países como Estados Unidos, y Europa, por la gran migración de mexicanos que se registra.

Taquería usa a sacerdote para “confesar” a sus empleados

El caso viral de una taquería en Estados Unidos, está llamando la atención y es que esta llevó a un sacerdote con el fin de que sus empleados le contaran sus pecados.

El caso que paró en las autoridades estadounidenses sucedió en la taquería Garibaldi, que era administrada por Eduardo Hernández, Hector Manuel Martínez Galindo y Alejandro Rodríguez, a quienes un juez federal del Distrito Este de California les ordenó pagar 140 mil dólares, lo que equivale a 2 millones 396 mil 919 pesos mexicanos en salarios atrasados ​​y daños a los empleados del restaurante como parte de un acuerdo en el caso.

Según medios locales, la estrategia del local de llevar a un sacerdote fue porque el negocio ya tenía una investigación en puerta por presuntamente quedarse con las propinas de los trabajadores y no pagar las horas extras.

Asimismo, la información reseñada por varios medios indica que diversos empleados afectados declararon, como ejemplo, María Parra, que comentó que un sacerdote acudió al negocio para escucharlos confesar sus “pecados, aunque la charla no era como usualmente se da, ya que el párroco les hacía preguntas extrañas sobre su vida personal”.

“Me preguntó si alguna vez me detuvieron por exceso de velocidad, si bebí alcohol o si había robado algo. El sacerdote tenía principalmente preguntas relacionadas con el trabajo, lo que me pareció extraño. El sacerdote me preguntó si había robado algo en el trabajo, si llegué tarde a mi empleo, si hice algo para dañar a mi empleador y si tenía alguna intención con mi empleo”, agrega en su declaración.

A esta declaración se le suma la de otro empleado que según fue amenazado por el local de tomar medidas migratorias si no asistía con la dinámica del sacerdote.

“Los despreciables intentos de este empleador de tomar represalias contra los empleados tenían como objetivo silenciar a los trabajadores, obstruir una investigación e impedir la recuperación de los salarios impagos”.

En la investigación a la empresa Che Garibaldi Inc., propietaria de Taquería Garibaldi, hecha por el Departamento del Trabajo, se supo que los propietarios tampoco pagaron alrededor de 70 mil dólares en salarios atrasados.

Asimismo, se dio a conocer que la Taquería Garibaldi opera dos restaurantes, uno en Sacramento y otro en Roseville, ambos en el norte de California. Y se arrojó, según las indagatorias, que los dueños se negaban a pagar a sus trabajadores las horas extra que trabajaban después de las 40 horas establecidas en sus semanas laborales.

Aunque parezca un caso extraño, muestra cómo muchas compañías buscan librarse de los problemas laborales, demostrando las malas prácticas que registran en su gestión de talento.

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