A la hora de buscar un empleo nos enfocamos mucho en redactar un buen CV, ensayamos nuestro tono de voz, practicamos una sonrisa natural y escogemos nuestra vestimenta un dÃa antes de la entrevista, pues por muchos es bien sabido que “la primera impresión es la que cuenta”, pero resulta que muchas veces a pesar de que tengamos la ropa lista, nuestro arreglo no es el indicado.