Que su respuesta fue seria, que quizĆ”s no le gustó lo que se le dijo, que contestó como enojada, que no sĆ© por quĆ© me responde asĆ, que con esa ortografĆa ya no quiero con Ć©l⦠En fin, ahora que nos comunicamos mĆ”s por chat que cara a cara, lo cierto es que estamos hechos bolas con el modo como leemos y entendemos (sĆ es que entendemos) muchos de los chats. Se han establecido, tĆ”citamente y para algunos, ciertos códigos y ya nos los apropiamos de tal manera que, seguro, interpretamos mal al otro y el otro a nosotros.